El Burgos CF saca un punto ante el Málaga en La Rosaleda
Los de Calero se sobrepusieron al gol de Lago Junior al filo del descanso , tras el paso por vestuarios, igualaron con el tanto de Bermejo y lucharon por la victoria hasta el pitido final
«Un león que puede reventar en cualquier momento». Así define Calero al Málaga que se encontrará el Burgos CF este sábado a partir de las 16:15 horas en un campo «de Primera División» como La Rosaleda.
Atrevimiento y rebeldía son los dos requisitos expuestos por el técnico madrileño para alcanzar una victoria que, «viendo lo que viene por delante», supondría romper una barrera «importante» para los blanquinegros: superar los cuarenta puntos.
Con este objetivo, el conjunto burgalés visita a un cuadro andaluz penúltimo y necesitado de puntos, una «ansiedad» destacada el miércoles por el ex malaguista Matos como una de las claves a las que el Burgos deberá sobreponerse en los primeros instantes del encuentro.
Coincide con esta idea Julián Calero, que imagina un partido en el que el Málaga «va a querer dominar» al Burgos y en el que los jugadores tendrán que lidiar con la presión de «un campo lleno» y aprovechar las opciones que tenga el equipo porque «si no, en este tipo de estadios, tienes cero posibilidades de ganar».
«Tenemos la idea de cómo les podemos hacer daño. No vamos allí a esperar que nos golpeen hasta que nos tiren a la lona, tenemos que revelarnos», exponía el entrenador blanquinegro sobre el «modus operandi» con el que los castellanos tratarán de domar al cuadro malacitano.
Ese mismo camino llevó al equipo burgalés a completar una luchada remontada ante el Andorra en El Plantío para afrontar con mayor «tranquilidad» el desplazamiento a tierras andaluzas tras el anterior empate en casa ante el Huesca y el pinchazo ante el Alavés en Mendizorroza.
Un rival con buenos «ingredientes»
En la capital de la Costa del Sol, el Málaga estuvo a punto de ver la luz ante el líder de la categoría, un Éibar que se impuso por 2-1 en Ipurua a los de Pepe Mel y terminó por abortar un intento de despegue de los malagueños iniciado con la victoria ante el Alavés en casa (1-0) que se empezó a torcer en la siguiente jornada con el empate a domicilio ante el Tenerife (1-1).
Pero Calero, que ha cocinado un Burgos que marcha cuarto clasificado y está en puestos de play-off, no se fía de los boquerones y advierte que sus ingredientes «no son los de un equipo que va a descender».
«La plantilla es muy buena, pero a veces el fútbol es tramposo, te enreda y te mete donde no quieres y hace que ese cóctel que parecía hecho para estar arriba, en esta primera vuelta no ha podido hacerlo», comentaba Calero sobre los «buenos condimentos» del Málaga en todas las líneas, como su máximo artillero con cinco tantos, el incombustible Rubén Castro, Álex Gallar, Fran Villalba, Fran Sol o Escassi y Juande en defensa.
«Su mensaje era el retorno a Primera División y la lucha por los puestos de arriba. Tiene un entrenador con mucha experiencia en Primera y Segunda División Pepe Mel con experiencia en Primera División en Segunda División. No cumple los requisitos de un equipo que esta abajo ni mucho menos», añadía en su enumeración de las cualidades del rival.
«Lo normal es que sean equipos que tienen que resurgir, pero nosotros no queremos ser ese primer rival donde ellos puedan basar su remontada. Tenemos ganas de seguir compitiendo y haciendo una buena temporada. Sabemos cómo debemos hacerlo, tenemos nuestras armas para poderles hacer daño y si ellos piensan que nada más le vale la victoria, nosotros lo mismo. Aquí todo el mundo quiere ganar» apuntaba sobre las intenciones del Burgos de «ahondar en la herida» del Málaga para sacar los tres puntos.
Gaspar, Elgezabal y Javi Pérez, bajas
El equipo completaba este viernes la última sesión de entrenamiento antes de poner rumbo a Málaga con una expedición en la que destacan las ausencias de Gaspar Campos, al que la nieve de esta semana le ha impedido avanzar en su recuperación y estar disponible, y un Unai Elgezabal con el tobillo «entre algodones» que tampoco estará en La Rosaleda.
A ellos se ha sumado la mala noticia del día para los blanquinegros, la recaída de un Javi Pérez que se encontraba en la fase final de la recuperación y con el que Calero conataba para encarar la segunda fase de la liga.
«El chico lo ha intentado. Ahora los médicos tienen que decir cuál es el siguiente paso, no sé si tendrá que ser alguna cirugía o si va a ver más especialistas, pero es una desgracia. Tenía mucha ilusión y nos hubiera aportado mucho, pero a veces pasan estas cosas. Le mandamos toda la fuerza y que esté seguro que el Burgos no va a dejar abandonado a nadie», informaba el entrenador blanquinegro.