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Mejía saltó al terreno de juego en la segunda parte.

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Mejía saltó al terreno de juego en la segunda parte. Factoría9

Un Burgos demasiado gris naufraga en Ceuta

El conjunto burgalés cae por la mínima en el Alfonso Murube tras un partido en el que nunca estuvo cómodo

Sábado, 29 de noviembre 2025, 16:20

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El Burgos CF sumó hoy su segunda derrota consecutiva tras caer derrotado por la mínima en el Alfonso Murube de Ceuta. Un solitario gol del exblanquinegro José Matos fue suficiente para que el conjunto burgalés regresara cabizbajo de la ciudad autónoma tras un partido gris, sobre todo en la primera mitad, y en el que apenas fue capaz de proyectarse ofensivamente.

AD Ceuta

AD Ceuta

Vallejo; Anuar (Almenara, min.76), Carlos Hernández (Obeng, min.82), Diego González, Matos; Rubén Díez, Bodiger, Cristian (Salazar, min.82; Aisar (Konrad, min.76), Marcos, Kone (Redru, min.88).

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Burgos CF

Burgos CF

Ander Cantero; Lizancos, Aitor Córdoba, Grego Sierra, Florian; Atienza, Mario Cantero (Mario González, min.46); Mollejo (Mateo Mejía, min.46), Curro (Appin, min.83), Íñigo Córdoba (Fermín, min.66); Fer Niño.

  • Goles: 1-0, min.20: Matos.

  • Árbitro: Salvador Lax (Comité Murciano). Mostró tarjeta amarilla a Carlos Hernández, Anuar, Obeng, Matos y Redru por la AD Ceuta y a Grego Sierra, Atienza y Florian por el Burgos CF.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la décimo sexta jornada de la Liga Hypermotion disputado en el Alfonso Murube de Ceuta ante 4.657 espectadores.

Arrancó el Burgos con cambios obligados, tanto en el verde como en el banquillo. La sanción a Ramis y su segundo, José Manuel Gil, obligó a Iván Madroño, analista del cuerpo técnico, a dirigir el encuentro, mientras que Mollejo y Mario Cantero saltaban de inicio en sustitución de los sancionados David González e Iván Morante.

Enfrente estaba un Ceuta rocoso, pero atrevido, que quiso hacerse con el control de la pelota desde el principio. Y lo cierto es que, tras unos minutos de tanteo, el conjunto ceutí lo consiguió. El Burgos mantenía su ya habitual bloque bajo e intentaba prolongar tras recuperación, pero los duelos caían uno tras otro del lado local. Íñigo Córdoba y Mollejo, a banda cambiada, no terminaban de carburar, mientras Fer Niño se batía en un duelo infructuoso contra los centrales.

Mientras tanto, el Ceuta iba ganando metros a medida que avanzaba el choque. Diego González, Aisar y, sobre todo, Kone buscaban constantemente las cosquillas de la zaga blanquinegra, moviendo la pelota con rapidez y pisando área con cierta facilidad, pero sin la suficiente contundencia por el momento.

Fer Niño probaba con un remate de cabeza a la salida de un saque de esquina que se marchó alto y, minutos después, Kone respondía con un disparo a la media vuelta atajado con facilidad por Ander Cantero.

El Burgos no estaba cómodo sobre el terreno de juego y poco a poco el partido se iba escorando hacia su área. En ese contexto, y tras una jugada coral del Ceuta, Matos recibía un regalo de Kone en boca de gol y mandaba la pelota a la red, adelantando al Ceuta. La ley de ex en el fútbol en estado puro.

A raíz del gol, el Burgos intentó reaccionar, alargando su dibujo y buscando sus referencias ofensivas, pero resultó inútil. Y es que, el Ceuta, con el marcador a su favor, profundizó en su propuesta, asumió el control absoluto de la pelota y acabó encerrando al cuadro blanquinegro -hoy de rojo- en su propio campo.

Los de J.J. Romero trenzaban, superaban líneas y acechaban el área de Cantero. Tanto, que en un par de ocasiones bien podrían haber aumentado su ventaja antes del descanso, con sendos disparos de Cristian y Diego González. Este último, por cierto, atajado con mérito por Cantero.

Doble cambio en el descanso

Esa parada, no obstante, no enmascaró la realidad que se estaba viviendo en el Alfonso Murube, con un Burgos totalmente superado. Esa circunstancia motivó cambios en el descanso. Mario Cantero y Víctor Mollejo cedieron su puesto en el equipo a Mario González y Mateo Mejía. La apuesta de inicio para sustituir a los habituales no había funcionado. El Burgos daba un paso al frente, al menos en su planteamiento, dibujando un esquema con doble punta y Curro en el medio centro para organizar el juego blanquinegro.

Y lo cierto es que la imagen del equipo mejoró ostensiblemente. Los de Ramis estiraron líneas, ganaron en creación en el centro del campo y comenzaron a carburar. De hecho, nada más regresar de vestuarios, los blanquinegros reclamaron con vehemencia penalti por mano de un rival. Mano hubo, es cierto, pero ni el árbitro ni el VAR la consideraron punible. Minutos después, Lizancos protagonizaba una gran internada por la derecha que acababa muriendo a escasos metros de la portería.

El cuadro burgalés había dado un evidente paso al frente, pero no era suficiente. Lejos de ello, a los blanquinegros les seguía costando un mundo pisar área; y eso por no hablar de crear ocasiones claras.

Aún así, el Burgos seguía en partido. Contra viento y marea. Sin apenas generar, pero esperando algún chispazo. Chispazo que a punto estuvo de hacerse realidad en el 80, con una triple ocasión a la salida de un córner que inexplicablemente no encontró portería. Lizancos peinaba en el primer palo, el balón rebotaba en el larguero, le caía a un defensa del Ceuta, y de ahí volvía a estrellarse en el palo para posteriormente caerle muerto a Atienza, cuyo disparo se estrelló en la defensa. Todo eso en apenas tres segundos.

El partido enfilaba ya la recta final y el Burgos decidía poner toda la carne en el asador, con Fermín y Appin ya en el césped y el equipo volcado totalmente sobre el área ceutí. Sin embargo, el conjunto caballa no perdió el norte, cerró filas e incluso tuvo ocasión de dar algún susto con Aunar y Rubén Díez.

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Eso sí, bien pudo acabar el choque en empate gracias a una postrera ocasión a balón parado del Burgos. Fermín la ponía en la olla, Florian peinaba y Mario remataba, recibiendo por el camino un fea patada de un rival. La imagen invitaba a pensar en un más que posible penalti, pero el árbitro y el VAR lo descartaron, anulando toda la jugada por fuera de juego previo de Florian.

Total, que ni a balón parado fue capaz el Burgos de cambiar el signo de un choque en el que no terminó de sentirse cómodo en ningún momento y que le deja con 25 puntos en su casillero.

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