El Burgos asalta La Rosaleda
El cuadro burgalés vence por la mínima a un Málaga que, a pesar de ello, consigue la permanencia por la derrota de la Real Sociedad B
Exhibición de carácter competitivo. El Burgos CF, que selló la permanencia semanas atrás, sumó hoy una trabajada victoria ante un Málaga CF que, a pesar de la derrota, consiguió salvarse gracias a la victoria del Huesca sobre la Real Sociedad B. Un solitario gol de Miguel Rubio, que en la primera parte aprovechó una jugada de pillo de Saúl Berjón, fue suficiente como para que el cuadro burgalés asaltara La Rosaleda y ganara alguna posición en la clasificación.
Estaba claro que el Málaga se jugaba muchísimo más que el Burgos. A diferencia del cuadro blanquinegro, los andaluces llegaban a la penúltima jornada de Liga sin haber hecho los deberes y con la necesidad de ganar para certificar la permanencia. Una situación que, sin duda, pocos se esperaban al inicio de la temporada. Sin embargo, el fútbol manda, y muchos han sido los quebraderos de cabeza sufridos en la Costa del Sol esta campaña.
Quizá esa circunstancia supuso una losa para los hombres de Pablo Guede, que saltaron al campo muy bien plantados, pero también demasiado acelerados ante un Burgos que volvió a apostar por la defensa de cinco.
El cuadro local asumió pronto el control de la pelota, buscando con insistencia a Vadillo y Chavarría con buenos balones a la espalda de la zaga burgalesa. Fruto de esa propuesta, el propio Vadillo tuvo en sus botas el gol a las primera de cambio, pero un imperial Córdoba se echó al césped para cortar toda opción. Minutos después, el árbitro anulaba a Chavarría un gol por un fuera de juego muy justo que tuvo que ser revisado por el VAR.
La tensión crecía por momentos en el cuadro malagueño, al que los nervios parecían estar jugando una mala pasada, mientras el Burgos, tan sereno como acostumbra, iba asentándose sobre el terreno de juego, discutiendo la posesión del balón al rival y creciendo a través del balón parado, con Berjón y Andy como máximos exponentes.
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De las botas de ambos surgieron las mejores ocasiones del conjunto burgalés, que en el 37 veía como Grego Sierra tenía que abandonar el terreno de juego por una lesión muscular. En su lugar entró Zabaco, que apenas unos minutos después pudo abrir el marcador tras cabecear a la cruceta un gran centro de Andy tras una jugada ensayada.
Gol de Rubio
Esa ocasión pareció dar alas al Burgos CF, que estaba demostrando el carácter competitivo del que hacía gala Calero en la previa. Y así, tras otros dos acercamientos, llegó el gol. Lo hizo, como no podía ser de otra forma, a balón parado. En esta ocasión era Berjón quien, en un alarde de pillería y calidad, ponía un balón raso en boca de gol. Por allí aparecía Miguel Rubio, quien metía la pierna y adelantaba al Burgos ante una Rosaleda estupefacta.
Tras el paso por vestuarios, el Málaga regresó al césped algo mejor plantado y, sobre todo, más sereno. Nada más salir, Muñoz tuvo un mano a mano con Caro perfectamente atajado por el cancerbero burgalés, que firmó una buena actuación durante todo el choque.
El Burgos, por su parte, decidió guardar la ropa, dando un paso atrás y echando el cerrojo en busca de un posible contragolpe que le permitiera sentenciar el choque. Elgezabal probaba acto con un buen cabezazo que se marchaba a córner y Víctor a punto estaba de anotar en propia meta minutos después.
La Rosaleda, obviamente, no estaba tranquila. Y menos aún cuando se enteró que la Real Sociedad B acababa de empatar, lo que apretaba la pelea por evitar el descenso. Fue entonces cuando los hombres de Guede pusieron toda la carne en el asador.
Hasta entonces, el conjunto local había disfrutado de varios acercamientos, pero el Burgos había convertido su defensa en un muro. La frustración se apoderaba de los jugadores malacitanos por momentos al verse incapaces de desarbolar el planteamiento de Calero, que había dado entrada mediada la segunda mitad a Undabarrena, Guillermo y Mumo.
En ese escenario, y mientras la grada se comía las uñas, el Málaga protagonizaba un auténtico asedio sobre el área del Burgos que resultó del todo infructuoso. De hecho, Córdoba sacó de la misma línea un postrero remate de Lorenzo y, casi de seguido, Caro firmaba una grandísima parada. Sin emabrgo, a muchos kilómetros de allí, el Huesca anotaba el gol del triunfo ante la Real Sociedad B y salvaba al Málaga del descenso.
Por su parte, el cuadro burgalés conseguía amarrar la victoria, que le permite alcanzar los 54 puntos antes de despedir la temporada frente al Girona en un partido que, sin duda, será una fiesta.
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