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Una cuadrilla medioambiental realiza labores de extinción en el incendio forestal declarado en la localidad zamorana de Fermoselle, en el Parque Natural de los Arribes del Duero. Efe
Apagar el incendio que se declaró el pasado verano en Fermoselle costó más de un millón de euros

Apagar el incendio que se declaró el pasado verano en Fermoselle costó más de un millón de euros

La Administración autonómica invertirá más de 600.000 euros en el plan de recuperación de la zona afectada, que se encuentra al 60% de ejecución

El Norte

Valladolid

Martes, 13 de marzo 2018, 19:38

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La extinción del incendio que se declaró a finales de agosto del pasado año en el término municipal de Fermoselle (Zamora), que arrasó 2.000 hectáreas del Parque Natural de los Arribes del Duero, costó más de un millón de euros: más de 600.000 euros de gastos de extinción más el coste ordinario del operativo de la Junta de Castilla y León.

El plan de recuperación de los terrenos afectados, que se encuentra al 60% de ejecución, costará más de 600.000 euros, al margen las actuaciones llevadas a cabos por la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de la localidad, según aseguró , en declaraciones a los periodistas, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, momentos antes de reunirse con los alcaldes de la zona para evaluar estos trabajos, que concluirán el próximo mes de mayo, si se cumplen las previsiones.

El proyecto, en el que la Junta cuenta con una ayuda del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), “en una rápida reacción de la ministra ante la petición de este consejero”, contempla numerosas obras, desde recuperación hidrológica hasta reparación de infraestructuras y caminos, pasando por la reposición de algunas fábricas de piedra de muretes, la limpieza de la madera quemada, la restauración del manto vegetal para evitar la erosión y también actuaciones en charcas y puntos de agua. A estas medidas se añadirán, además, las «actuaciones ordinarias que se seguirán haciendo con los propios medios ordinarios de la Junta en el futuro».

No obstante, el plan de trabajo no se ocupará de todos los caminos afectados, un total de 22, según los vecinos, ya que parte de ellos forman parte del plan de concentración parcelaria de los municipios afectados: Fermoselle y Pinilla de Fermoselle. «Se van a arreglar los caminos que se vieron afectados por el incendio en una longitud bastante mayor y, desde luego, el resto de caminos tendrán que incluirse en la actuación tan demandada por los vecinos de la concentración parcelaria», indicó Suárez-Quiñones. «En consecuencia, no podemos aislar la actuación sobre los caminos como si fuera una isla, sino que tiene que producirse de forma generalizada en el marco de la concentración parcelaria, que conlleva unas vías de comunicación específicas», aclaró.

Asimismo, el consejero recalcó que, pese a la implicación de las distintas administraciones, la zona afectada por el incendio «tardará años en alcanzar el estado natural que tenía». No obstante, se mostró convencido de que se sigue el «camino correcto».

Terreros privados

El titular autonómico de Fomento y Medio Ambiente hizo hincapié en que el incendio se produjo en terrenos privados, «no en una zona forestal con montes de utilidad pública propiedad de las administraciones, que es donde estas tienen la obligación luego de restauración». En este sentido, recordó que el fuego se produjo «de forma excepcional, y fue un incendio muy particular, en terrenos y fincas privados en los que ha actuado la Administración y estamos haciendo un esfuerzo importante para actuar sobre fincas privadas con actuación pública». Ello conllevó «dificultades a la hora de obtener permisos para actuar, es decir, se ha hecho un plan de restauración excepcional en terrenos privados de los municipios afectados, que no es ordinario», insistió.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se reúne con los alcaldes de la zona de los Arribes del Duero para evaluar los trabajos hechos después del incendio de este verano.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se reúne con los alcaldes de la zona de los Arribes del Duero para evaluar los trabajos hechos después del incendio de este verano. Ical

Con respecto a las críticas de quienes consideran que la Junta invierte más en sofocar fuegos que en prevenirlos, Juan Carlos Suárez-Quiñones afirmó que «esa es una expresión que parece que suena muy bien y queda muy bien pero, al final, los fuegos se producen, como en este caso, porque hay alguien que quema».

Al hilo de esta consideración, el consejero recordó que quien incendia el monte «quema donde sabe que va a prender y, por mucho tratamiento forestal que haya, aunque ello facilite las labores de extinción y mejore el pronóstico del incendio, el fuego se produce». Asimismo, explicó que «si se produce cuando hay viento y se produce como se quema, por la noche y en distintos puntos, sabiendo que los medios aéreos no pueden actuar, saben perfectamente que el fuego se va a extender».

Suárez-Quiñones reconoció, no obstante, la necesidad de «incrementar la prevención y, por tanto, los tratamientos forestales» aunque añadió: «Que nadie se equivoque: eso no va a evitar que los delincuentes que queman a propósito y con intención los montes vuelvan a hacerlo».

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