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Algunos de los bolos graníticos del Berrocal. El Norte
La cantera que surtió la piedra del Acueducto de Segovia se abrirá al turismo

La cantera que surtió la piedra del Acueducto de Segovia se abrirá al turismo

Un equipo de arqueólogos trabaja ya en las primeras prospecciones sobre el terreno del Berrocal, de 250 hectáreas

Carlos Álvaro

Segovia

Domingo, 15 de abril 2018, 11:13

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Al oeste de la población, en dirección a Otero de Herreros, sobre una superficie de 250 hectáreas, se extiende la cantera del Berrocal. Se trata de un lugar en el que abundan los grandes bolos graníticos y los lanchares, con numerosos restos visibles que evidencian una explotación en épocas pretéritas. Hay abandonos de piedra tallada y labrada, con formas y medidas indudablemente seleccionadas para un determinado fin pero que finalmente fueron desechadas en el mismo lugar de donde se extrajeron. Sillares, cornisas, pilonas... Un estudio del geólogo Luis Martín de Frutos concluye que la del Berrocal era, en tiempos de los romanos, la mejor cantera de granito de la zona y que de ella procede la fábrica original del Acueducto. Estaríamos, pues, ante la cantera de donde se extrajeron los sillares de granito que los romanos emplearon en la construcción de una de sus obras más emblemáticas. Conocedor de esta circunstancia, el Ayuntamiento de Ortigosa del Monte quiere poner el yacimiento en el lugar que merece y, de paso, sacarle partido. «Son muchas las personas que vienen a visitarlo, pero queremos ordenarlo, señalizarlo, y que sirva como reclamo. Es una zona muy sensible, con un bosque muy especial que debemos proteger, pero, claro, queremos sacar lo que hay allí, conocerlo, porque podemos llevarnos alguna sorpresa. Por eso lo hemos puesto en manos de los arqueólogos, para saber lo que hay. Confío en que encontremos algo interesante», asegura el alcalde de Ortigosa del Monte, el independiente Juan Carlos Cabrejas.

Tras una revisión preliminar del paraje, resulta evidente que casi todos los bolos y lanchares accesibles fueron en su día explotados en mayor o menor grado. Según Martín de Frutos, puede que originalmente existieran más del doble de los bolos visibles en la actualidad, cuyos emplazamientos no son difíciles de deducir. Aun así, son dos las zonas nucleares de explotación, coincidentes con dos lenguas de terreno en las que bolos y lanchares abundan. En el interior de la cantera, se observan varios caminos, posiblemente antiguos, que estarían relacionados con el tránsito interno. En el noreste del enclave parte un camino que puede corresponderse con la vía de salida de la explotación hacia Madrona, punto en el que se uniría con la calzada denominada Camino Hondo, que conduce directamente a Segovia. «No es difícil deducir que fue el camino que los romanos utilizaron para transportar la piedra, directo a pie de obra», sugiere Cabrejas.

El Ayuntamiento ha habilitado una partida de 15.000 euros y la Junta de Castilla y León le ha concedido otra de 5.000 para empezar a mover un proyecto que ha puesto en manos del equipo de la arqueóloga segoviana Clara Martín. Los técnicos ya han comenzado a hacer prospecciones, pero el mal tiempo está jugando en contra. Por delante tienen un verano lleno de trabajo. «En cuanto nos deje el tiempo, volveremos. Queremos realizar la prospección de todo el yacimiento, las zonas perimetrales y las vías de comunicación. Al mismo tiempo, hemos solicitado ayuda a la Junta de Castilla y León para abordar una extracción arqueológica muy necesaria para empezar a catalogar todo lo que hay allí», asegura Clara Martín. La arqueóloga habla del Berrocal con verdadera pasión: «La única referencia histórica que tenemos acerca de su explotación nos remite a la construcción de la Catedral de Segovia. Hay documentos que prueban que se extrajeron piedras de granito de esta cantera que luego fueron utilizadas en el basamento de la Catedral. Se dice que la piedra procedía de las canteras de Madrona, pero en Madrona no hay granito y creemos que se refieren al Berrocal, que se encuentra entre Madrona y Ortigosa», explica.

El granito del Berrocal también se utilizó para construir el basamento de la Catedral

En cuanto a la construcción del Acueducto, Clara Martín alude al estudio que Martín de Frutos hizo para el Ayuntamiento de Segovia. «Martín de Frutos afirma que el 90% de los sillares de época romana que componen el Acueducto –no todos son de esa época, porque hay una parte importante que corresponde a la reconstrucción medieval– salieron de la cantera del Berrocal. Por lo tanto, el geólogo, que es quien analiza la piedra, nos lo dice, pero los arqueólogos todavía no hemos encontrado elemento alguno que lo confirme. Hasta ahora, solo hemos hecho unos primeros estudios de prospección superficial, muy somera, y efectivamente hemos visto que se trata de una explotación muy relevante, porque hay bolos de hasta cuatro o cinco metros de altura y muchos materiales abandonados. No obstante, es muy difícil determinarlo de forma visual. Por eso queremos centrar el trabajo en identificar posibles estructuras. Indudablemente, la cantera tuvo que tener un centro administrativo... Es un yacimiento complejo de investigar porque las formas de extracción de la cantera fueron prácticamente los mismos desde la época romana hasta el siglo XX. Será la excavación arqueológica la que termine de confirmar si los sillares del Acueducto salieron de allí, por eso es tan importante llevarla a cabo», señala la arqueóloga.

Las huellas que presentan los bloques graníticos denuncian que la extracción empezaba con la apertura de ranuras, mediante cinceles de hierro, en las que después se introducían estacas o cuñas de hierro y madera que se humedecían para que aumentaran de volumen y causaran la fractura de la piedra por los puntos escogidos. Esto permitía compartimentarla en bloques con caras planas. Por último, se tallaban los bloques con el tamaño y el acabado necesario en cada caso.

Dificultades

Los lanchares se explotaron una vez desmantelados los bolos que estaban encima y se rompieron con el mismo procedimiento, abriendo pequeños frentes en los domos graníticos y aprovechando las ligeras pendientes y el espacio favorable de las diaclasas paralelas de la superficie.

Además de la explotación de los granitos, en el extremo noroeste del yacimiento, se encuentra un antiguo pozo minero destinado a la explotación del cobre, sin duda asociado al cercano yacimiento de Los Almadenes, en el término municipal de Otero de Herreros. «Como digo, es muy difícil datar el proceso de extracción, porque era prácticamente el mismo en la época romana que en la Edad Media. Se pueden hacer análisis más detallados, a través de estudios geotécnicos que definan la antigüedad de los frentes de cantera, y saber si ese frente se ha explotado hace 1.500 o 500 años. Analizando los líquenes se puede llegar a saber, pero queremos centrar este primer año de trabajo en el análisis detallado del yacimiento, en identificar todas las zonas de extracción detalladamente, los puntos de extracción y las posibles salidas de la piedra por vías de comunicación hacia Segovia. Posteriormente, los geólogos harán un análisis geotécnico más pormenorizado», explica la arqueóloga.

El alcalde está expectante. Sabe que la existencia de la cantera es muy importante. «Lo primero, que es un orgullo para el pueblo que la piedra del Acueducto haya salido de allí. Y después, que buscamos un pequeño acicate económico. Todos queremos fijar población y la agricultura y la ganadería van a menos. Tampoco queremos ser un pueblo dormitorio ni tener un crecimiento desaforado, pero si sirve para que haya más gente que pueda trabajaren Ortigosa y quedarse a vivir, mejor que mejor. Insistiremos a la Junta de Castilla y León para que nos ayude a sacar adelante el proyecto», afirma Juan Carlos Cabrejas.

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