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El presidente de la FIFA, Gianni Infantino. AFP I Atlas
Jornada 21

La FIFA rechaza el Girona-Barça en Miami

El máximo organismo internacional también frustra la iniciativa de Javier Tebas, que se plantea recurrir al TAS e incluso a la justicia ordinaria

AMADOR GÓMEZ

Madrid

Jueves, 1 de enero 1970

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Tras el rechazo de la Federación Española de Fútbol (FEF) y de la UEFA, por boca de su máximo representante Aleksander Ceferin, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, recibió este viernes la tercera y definitiva negativa por parte de la FIFA, que avisa que no concederá su autorización para que el partido entre el Girona y el Barcelona del 26 de enero, correspondiente a la 21ª jornada del campeonato, se dispute en Miami. Tebas pretende que el derbi catalán se juegue en Estados Unidos, como parte de su plan de expansión del fútbol en Estados Unidos y Canadá, con el objetivo de promocionar el fútbol en Norteamérica y conseguir mayores ingresos a través de la audiencia internacional.

«Me opongo frontalmente y niego el permiso al Girona-Barça de Miami», sentenció el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, después de que el Consejo del máximo organismo internacional reunido en Ruanda se opusiese a jugar un partido de la Liga en el extranjero. «Los partidos oficiales de las ligas nacionales deben disputarse dentro del territorio de la federación respectiva», añadió el dirigente suizo para justificar la postura de la FIFA, acorde con la de la FEF presidida por Luis Rubiales, el sindicato de jugadores (AFE), que amenazó con una huelga, y la mayoría de clubes, entre ellos, el Real Madrid que lo manifestó en público, por «afectar gravemente a la integridad e igualdad de la competición».

El Consejo de la FIFA debatió el caso tras recibir una solicitud de la FEF, de la Concacaf y de la federación estadounidense (US Soccer), para analizar la iniciativa de Javier Tebas de llevar el Girona-Barcelona a Miami tras el acuerdo, por 15 años, firmado entre LaLiga y la multinacional Relevent, para disputar, ya a partir de esta misma temporada, un partido de la competición española en Norteamérica. Los miembros del Consejo del organismo mundial acordaron por unanimidad tumbar la propuesta de Tebas, y el máximo dirigente de LaLiga espera ahora la notificación oficial de la FIFA para presentar recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y que sea este órgano el que se pronuncie sobre la posibilidad de que Miami acoja o no el que sería el primer partido de la historia del campeonato nacional fuera de España. El presidente de LaLiga planteó incluso su intención de acudir a la justicia ordinaria si se rechazaba su propuesta. Después del tercer y definitivo 'no', también la FEF deberá comunicar formalmente la prohibición de que el encuentro entre el Girona y el Barça se juegue en el estadio Hard Rock de Miami, aunque Javier Tebas insistió el jueves, antes de conocer la resolución de la FIFA, que dicho partido se jugará en Miami y aseguró que «la próxima semana habrá novedades».

En guerra con Tebas, Luis Rubiales, que se reunió el pasado mes con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y con el de la UEFA, Aleksander Ceferin, para acordar todas las partes «que no es el momento adecuado» para dicho partido, dado el altavoz independentista que supondría el duelo entre el Girona y el Barcelona en tierras estadounidenses, no ha dejado de proclamar que el encuentro no se jugará en Miami. «No hay ni una sola institución de las que tendrían que dar el ok que haya dicho que sí. En la FIFA ya ha hablado Infantino, pero la UEFA no ha dicho que sí, la Concacaf tampoco ni la federación de Estados Unidos. Es preocupante firmar algo sin contar antes con aquellos que tienen que dar el sí. LaLiga no puede tomar una decisión y esperar a que se lo den o montar un lío, porque eso no es bueno para el fútbol, ayuda a encrespar y a generar hasta violencia y desencuentro entre las instituciones», ha llegado a comentar Rubiales en una entrevista al diario 'Sport', para quien, al igual que para el presidente de la AFE, David Aganzo, «en el fútbol español no sólo están los intereses económicos y el negocio, sino muchas más cosas».

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