Benavente: «Necesitaremos dos años para que la economía se ponga al nivel de 2019»
El presidente de la patronal burgalesa, Miguel Ángel Benavente, apuesta por la «estabilización» de los salarios de cara a la negociación colectiva | Lamenta la falta de avances en proyectos estratégicos y advierte de la posible pérdida de oportunidades | Preocupa la solvencia de muchas empresas del sector servicios
2020 ha sido un año nefasto para la economía burglaesa y, a pesar de que las previsiones de crecimiento son positivas, Burgos no se recuperará del golpe de la covid-19 hasta por lo menos 2022. Así lo advierte Miguel Ángel Benavente, presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE), que muestra su preocupación por la falta de solvencia de muchas empresas del sector servicios que peor lo están pasando, que a su juicio derivará en muchos cierrs y, por lo tanto, más paro. También muestra su preocupación por la falta de avances en muchos proyectos e infraestrucuras estratégicas para Burgos y apela a la «coherencia» en la negociación colectiva de este año.
¿Están aguantando las empresas burgalesas el impacto de la covid?
El sector industrial está aguantando bastante bien, incuso mejor de lo que se podía prever hace un año, y la construcción tampoco ha ido mal. Pero lo que nos preocupa es el sector servicios: el comercio, la hostelería, los hoteles, las agencias de viaje y todo lo relacionado con la movilidad y el turismo. En muchos casos estamos hablando de caídas que pueden superar el 60% de su cuenta de explotación. Además, es un sector que aporta mucho empleo. Por eso, es lamentable que se deje caer a las empresas de esa manera. Al final, la economía es la suma de todos, y si un sector tan importante como el de servicios cae, arrastra al resto.
¿Los ICO han sido una solución o solo un parche?
Los ICO son un parche que ayuda si se genera actividad a corto plazo, pero si no se genera actividad, supone un problema, ya que incrementa la deuda de la empresa. Al final, las deudas se pagan con los recursos que genera la explotación y si estás dando pérdidas, no se pueden atender esos compromisos. Ahora, ya no es un problema de liquidez, es un problema de solvencia. Por eso, desde FAE dijimos desde el minuto uno que las ayudas tienen que ser directas, como se ha hecho en otros países para que el empresario no se quedara desprotegido. Lo que tengo claro es que va a haber una gran mortandad de empresas en el sector servicios y eso pasará factura a la economía.
«Ahora, las empresas ya no tienen un problema de liquidez, sino de solvencia»
Entonces, ¿echa en falta más ayudas?
Sí. Además de escasas, están siendo tardías, y eso no sirve para nada. Al final, como la situación económica de España es tan mala, con un enorme endeudamiento del gasto corriente, el que paga es el ciudadano de a pie y el empresario. Cuando te obligan a cerrar tu negocio, no te pueden dejar a ti la responsabilidad de levantar esa situación.
Los ERTE han supuesto un bálsamo. ¿Considera acertada la decisión de prorrogarlos aún a costa de incrementar el déficit público?
Sí, sin duda. Los ERTE son necesarios tal y como está estructurado el sistema laboral español. Si no hubiese sido por los ERTE, un enorme porcentaje de las empresas habrían quebrado y se hubiesen destruido cientos de miles de empleos. Ahora mismo, en España hay unas 750.000 personas en ERTE. Sin esa protección, ya estarían en el paro. El problema es que hay una parte de toda esa gente que ahora mismo está en ERTE que no volverá a la empresa, porque acabará cerrando. Repito, ahora las empresas ya no tienen un problema de liquidez, sino de solvencia, y si no se soluciona rápido, las empresas van a cerrar y los trabajadores irán al paro.
«Si no hubiese sido por los ERTE, un enorme porcentaje de las empresas habrían quebrado y se hubiesen destruido cientos de miles de empleos»
¿Ha pasado ya lo más duro de la crisis o se esperan momentos complicados todavía?
Creo que hasta el verano vamos a estar igual que ahora. Quizá algo mejor, ya que parece que las restricciones se van flexibilizando y, con la llegada del buen tiempo, la vida en la calle ayudará un poco, pero la actividad normal de muchas empresas se realiza en el interior de los locales, y mientras no se permita cierta normalidad en ese sentido, viviremos momentos complicados. En todo caso, la recuperación será muy lenta. El PIB ha caído en 2020 más de un 11% y las previsiones para este año son de un crecimiento del cinco y pico. Necesitaremos dos años para ponernos al nivel de 2019 en términos generales, pero habrá sectores que tardarán mucho más en alcanzar las cifras previas a la pandemia. Por ejemplo, no creo que recuperemos los 85 millones de turistas que tenía España en varios años. Y eso es muy preocupante.
En todo caso, la procesión va por barrios. Hay sectores que están funcionando muy bien. El músculo industrial, exportador y la diversificación están siendo fundamentales para Burgos, ¿no?
Sin duda. Tener un peso industrial tan grande como el que tiene Burgos ayuda, y mucho, a soportar situaciones como esta, aunque el sector también ha sufrido. Además, hay que tener en cuenta que la industria genera mucha actividad paralela que en este caso sí que se ha visto muy afectada por la reducción en la movilidad. En todo caso, tenemos que empezar a trabajar en el futuro de la industria de Burgos, ya que ahora mismo depende mucho de la automoción y ese es un sector que va a sufrir muchísimos cambios a corto plazo. Como no sepamos adaptarnos a esos cambios, vamos a tener un problema dentro de unos años.
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Entonces, ¿Burgos necesita una reconversión industrial?
Desde hace muchos años, las grandes inversiones que se están registrando en la industria burgalesa son de los que ya estamos implantados aquí. Eso significa que los que ya están aquí están muy cómodos. Burgos es una plaza muy buena para generar actividad. En la ciudad se vive bien, hay mano de obra formada y contamos con muy buenos servicios, pero quizá eso no lo hemos sabido transmitir. En todo caso, tenemos una dificultad para atraer inversiones, ya que Madrid se está comiendo todas las inversiones y atrayendo mucha población, mientras el resto de comunidades autónomas compiten entre sí, incluso entre las provincias de una misma comunidad. Me gustaría saber cuántas empresas han planteado instalarse en Castilla y León, cuántas se han instalado finalmente y cuáles son los motivos que les han llevado a implantarse allí o no. Saber eso nos ayudaría a corregir errores, pero nadie nos lo cuenta.
«Madrid se está comiendo todas las inversiones mientras el resto de comunidades compiten entre ellas, incluso entre las provincias de una misma comunidad»
¿Qué sectores deberían potenciarse en Burgos?
Todo lo que esté vinculado con la revolución digital, ya sea el diseño, la fabricación o los procesos más cotidianos. Esa revolución va a ser similar a la que se vivió cuando se impulsó la máquina de vapor. Y hay que empezar por la formación. Necesitamos personas que dominen ese ámbito. De hecho, desde FAE se ha presentado un proyecto para optar a los fondos europeos por valor de 150 millones de euros para facilitar la transformación digital de los proveedores de la automoción, no sólo de Burgos, sino también de otras provincias. En total son unas 500 empresas
¿Considera acertadas las medidas que ha ido imponiendo la Junta en los últimos meses? En muchos foros se ha hablado de agravio comparativo con Burgos. ¿Comparte esa impresión?
Cuando hemos tenido los peores datos epidemiológicos y se han aplicado las medidas extraordinarias en Burgos, no hay nada que decir, pero cuando hemos tenido buenos indices y hemos estado mejor que el resto de las provincias no se puede entender que se nos apliquen las mismas medidas que al resto de Castilla y León. Eso hace perder credibilidad en las acciones. No estaría de más saber cómo toma las decisiones el comité de expertos.
¿Se ha puesto en duda la seguridad jurídica de España y Castilla y León con tantos decretos y recursos judiciales?
Sí, y eso no es nada bueno para la economía. Pero ese es un debe que hay que apuntárselo al Gobierno, que se ha quitado el marrón de encima. Cuando el Gobierno ha visto que el mando único generaba problemas, le ha pasado el marrón a las comunidades, que quizá no tengan los medios y recursos suficientes como para llevar a efecto las medidas necesarias. Con 17 comunidades yendo cada una a su aire se está generando tal cantidad de frentes judiciales que posiblemente colapsen el sistema judicial en algunas provincias. Si tenemos una pandemia mundial, quizá, lo más lógico hubiese sido mantener el mando único.
Esta crisis ha sacado a la luz muchas costuras, sobre todo en el aspecto de la digitalización. ¿Estaba preparada la economía burgalesa para esta situación?
La empresa privada, a partir de un cierto nivel, ya tenía mucho avanzado, pero creo que se ha sabido adaptar rápido. La mayoría de las empresas ha superado el examen con buena nota en un momento en el que la agilidad es fundamental. El problema, quizá, ha estado en la administración, que es la que más recursos tiene, pero que a la vez es la que peor ha respondido. Durante muchos meses hubo muchos trabajadores públicos que estaban en su casa y no podían trabajar porque no estaban conectados. Y lo peor de todo es que creo que la administración no ha aprendido la lección. En todo caso, lo que sí ha demostrado esta situación es que es fundamental que todas las zonas rurales tengan también conexiones digitales. Sin esas conexiones, ha habido empresas que han perdido competitividad durante la pandemia. De hecho, espero que se aprovechen los fondos europeos para conseguir que esas zonas cuenten con conexiones.
«La empresa privada se ha sabido adaptar a la situación, pero la administración no»
La pandemia también ha trastocado de lleno la negociación colectiva. La actualización del convenio del metal quedó suspendida en su día y este año se tienen que revisar varios convenios sectoriales. ¿Qué podemos esperar de esas negociaciones?
Lo que espero es coherencia. Tenemos que ser realistas. Insisto en que el PIB ha caído más de 11 puntos en 2020 y se prevé que crezca poco más del 5% en 2021. Además, no ha subido la inflación. En este caso, no creo que haya que mirar el corto plazo, sino el largo. Hay que atender a la estabilidad y el futuro en una situación económicamente tan mala. No podemos encarecer los costes, porque seríamos menos competitivos y a la larga se generaría un grave problema. Cuando hay tormenta, hay que protegerse. Como es lógico, los sindicatos tratan de defender lo suyo, pero creo que en Burgos son muy consecuentes, porque viven aquí y conocen la situación de las empresas.
¿Descartamos rebajas salariales?
Es muy difícil que se platee eso. Lo suyo es intentar estabilizar la situación. Eso sí, tenemos una cuestión que nos distorsiona, que es el Salario Mínimo Interprofesional. Tras la barbaridad de incremento que hicieron en su día y la intención que tiene el Gobierno de seguir subiéndolo, puede haber algún convenio que en alguna categoría muy concreta se quede descolgado. Pero por lo general, la lógica nos dice que deberíamos buscar la estabilización de los salarios, al menos durante este año y el próximo, para ver cómo se posiciona la economía de España y de Burgos.
Una vez más tenemos que hablar de grandes infraestructuras pendientes que no terminan de llegar, como el Tren Directo o las autovías a Aguilar y Logroño.
Pues sí, seguimos igual, aunque la diferencia ahora es que ya no estamos solos, sino que se han sumado más voces a las reivindicaciones. Eso sí, la voz más importante que deberíamos tener es la de los representantes políticos de Burgos en Madrid, tanto los de ahora como los de hace unos años. Ellos son la voz de los burgaleses. Si ellos no pintan nada, significa que los burgaleses no pintamos nada. Eso es lo triste. Estamos hablando de proyectos que llevan ahí más de una década.
Poryectos como el Ave.
Ese es uno de esos proyectos que llevan enquistados años. Además, sigo teniendo mis dudas sobre el tramo entre Burgos y el País Vasco. El Ave a Burgos tendrá sentido siempre que siga hacia el destino que tiene que ir, que no es otro que la salida de Irún y tres ciudades muy importantes como Bilbao, Vitoria o San Sebastián. Y hay que tener en cuenta que estamos haciendo 120 kilómetros más que por carretera y eso puede restar competitividad al servicio.
El Parque Tecnológico es otro de esos proyectos que no terminan de llegar.
Siempre ha sido un proyecto muy importante, pero ahora se ha demostrado aún más importante que nunca. Podría haber sido el embrión de muchas actividades y empresas tecnológicas, que hubieran evolucionado muy bien para el modelo de industria que se nos viene. Esa es otra oportunidad perdida y como no se ponga en marcha pronto, vamos a seguir perdiendo oportunidades. Si tú no tienes la caña, y tienes que ir a comprarla, cuando llegas a pescar, todos los peces están ya en la cesta de otro.
«Como el Parque Tecnológico no se ponga en marcha pronto, vamos a seguir perdiendo oportunidades»
Aún así, también hay buenas noticias. Parece que el ramal de Kronospan, la ampliación del puerto seco o la venta de parcelas en Villalonquéjar van por buen camino.
Sí, hay señales positivas. De hecho, en el puerto seco tenemos una oportunidad impresionante con el 'brexit', ya que va a obligar a hacer unos trámites aduaneros que, si se sabe aprovechar, puede darle un flujo importante de tránsito. Por eso creo que habría que remar y apostar fuerte por ello desde todos los ámbitos, incluidas las administraciones central y autonómica.
¿Los polígonos industriales de Burgos necesitan un lavado de cara?
Por supuesto que sí. Hay dos tipos de visitantes, los que vienen de turismo y los que vienen a trabajar, que son muchos todos los días. Y la primera imagen que se llevan los que vienen a trabajar es la de los polígonos. Las empresas dejan muchísimo dinero a las arcas públicas con su actividad y durante muchos años, el Ayuntamiento ha desatendido el mantenimiento de los polígonos y hay muchas deficiencias. Hay que cuidar la imagen, y que la plaza de la Catedral esté bonita es tan importante como que los polígonos estén bien cuidados.
Hasta ahora nos hemos centrado en la capital provincial, pero ¿qué podemos decir de Aranda y Miranda?
La situación es distinta en esas dos plazas. Aranda está más asentada, ya que tiene una economía muy diversificada, con una industria menos dependiente y con un sector agrícola y agroindustrial muy potente, con Pascual o los vinos de la Ribera. En Miranda, la situación es diferente. Fue una gran plaza industrial, pero muy dependiente de tres o cuatro empresas muy potentes, incluida la Renfe o Garoña. Cuando esas empresas estuvieron a pleno rendimiento, la economía de Miranda era muy fuerte, pero en cuanto ha ido cayendo la actividad de esas industrias, lo ha sufrido. Sustituir ese flujo de empleo por actividades más pequeñas es muy complicado. Además, no podemos olvidar que ha habido muchas empresas que han cruzado la frontera y están en territorio alavés. La mano de obra es de Miranda, pero fiscalmente computan en Álava. Es difícil competir contra la agilidad y la autonomía fiscal que tiene el País Vasco.
¿Se volverá a presentar a la presidencia de FAE?
Las elecciones ya se tenían que haber celebrado, pero nuestros estatutos, como la mayoría, no contemplan el voto telemático. En cuanto se pueda hacer de manera presencial, se convocarán. En principio, mi idea es presentarme, ya que en estos momentos hay que estar con los empresarios. Eso sí, me gustaría que, en mitad del nuevo ciclo, pudiera ir dejando paso a quien tenga que coger el relevo, pero por compromiso y responsabilidad a quienes represento me presentaré.