Calcetines Mingo, la pyme burgalesa de 2021 que apuesta por la sostenibilidad de los mares
La empresa, radicada en Pradoluengo se dedica a la fabricación de calcetines y desde 2020 elaboran una colección a partir de un hilo procedente de plásticos reciclados del mar
N.M.J / ICAL
Viernes, 24 de diciembre 2021, 17:44
Con la sostenibilidad por bandera, la empresa burgalesa y Premio Pyme del 2021 de Burgos, Calcetines Mingo, tiene muy clara su apuesta de futuro, por la innovación y la calidad en un mercado de consumidores cada vez más preocupados por el medio ambiente. Por ello, desde 2020 fabrican calcetines a partir de un hilo que proviene de plásticos reciclados del mar con una colección ilustrada por animales marinos que está teniendo un gran éxito en las zonas de costa del país.
El pasado mes de octubre esta empresa familiar radicada en Pradoluengo (Burgos) recibió el Premio Pyme del Año 2021 de Burgos, en reconocimiento a las acciones de innovación y digitalización llevadas a cabo este año, desarrollando su actividad empresarial en un marco de sostenibilidad hacia el medio ambiente. Un galardón que su director gerente José Manuel Mingo asegura que no se esperaba y que pone en valor esta iniciativa lanzada una semana antes de que se decretase el estado de alarma.
'FreeWaves' es el nombre de esta colección de calcetines que se venden a través de la marca FunSteps y que cuenta actualmente con 18 modelos diferentes, seis de ellos con dibujos de animales marinos recogiendo basura del mar, otros seis dibujados a carboncillo y seis nuevos modelos lanzados este año elaborados con algodón orgánico y con los que se buscaba aportar a la prenda «un toque más life style», tal y como apunta la responsable de comunicación y desarrollo Elena Andújar.
Los calcetines están fabricados con tejidos Seaqual, que a su vez se elaboran con un hilo de poliéster que se consigue gracias a los materiales reciclados del mar. «Antes los barcos de pescadores cuando lanzaban las redes recogían basura marina que luego devolvían al mar», explica Andújar.
Sin embargo, fruto de una colaboración entre Seaqual y la Fundación Ecoembes, esta basura ahora se recogida y llevada a sus plantas donde se separan los plásticos reciclables para darles otro uso. Por medio de una serie de procesos, esos plásticos se convierten en hilo, que más tarde dará forma a los calcetines 'Free Waves'
«Cada par de calcetines que compre la gente es el equivalente en peso a una bolsa de plástico del mar», señala Mingo, orgulloso de esta iniciativa a través de la cual una prenda de ropa como el calcetín, ayuda a salvar el medioambiente. Pese a lanzarse en 2020, la iniciativa ha tenido menos recorrido dado que las proyecciones se vieron truncadas por la crisis sanitaria, sin embargo el gerente de la empresa y bisnieto del fundados de la misma señala que es una iniciativa «muy bonita» que esperan que pronto se pueda vender en grandes centros de España.
Por el momento, estos calcetines están teniendo una gran acogida en las zonas de costa y esperan que en un futuro toda la producción de la empresa sea también sostenible. También utilizan lanas ecológicas con certificado de no maltrato animal. Estas son algunos de los motivos que llevaron al jurado del Premio Pyme de Burgos a decantarse por esta empresa familiar que da empleo en el medio rural a 25 trabajadores, de los cuales un 90 por ciento reside en el pueblo de Pradoluengo.
Empresa familiar en un entorno rural
«El sector ha sido arrasado en su literalidad. Nos han obligado a competir con países donde se trabaja con salarios miserables, y condiciones deplorables», añade, denunciando que esta situación está obligando a cerrar a muchas empresas. Por ello, asegura que este reconocimiento le hizo «mucha ilusión», dado que pone en valor el trabajo de estos años «duros», durante los cuales la empresa logró sobrevivir y estabilizarse en el medio rural.
José Manuel Mingo tomó las riendas de Calcetines Mingo en 1999, siendo la cuarta generación que gestiona esta empresa desde que su bisabuelo Avelino de Miguel la fundase en 1914. Pese a experimentar con la fabricación de distintas prendas a lo largo de su historia, actualmente la planta solo se dedica a la fabricación de calcetines, principalmente técnicos de altas prestaciones, para todo tipo de deportes. «Es un calcetín adaptado al uso que se le va a dar», asegura el actual gerente.
Hará aproximadamente unos 20 o 25 años, esta fábrica producía el 25 por ciento del consumo nacional de calcetines, sin embargo, en la actualidad producen 1,5 millones de pares de calcetines al año. «Hemos pasado de producir mucho a algo menos, pero con mucha más calidad. Se cuida el detalle, son productos más lentos de trabajar y con diferentes presentaciones», afirma Mingo.
En este sentido explica que uno de las amenazas a las que se enfrenta el sector textil está en aquellas tiendas que fabrican en otros países con mano de obra barata y en peores condiciones. «Estamos avocando a Europa a ser un continente de consumidores en el paro», lamentó preguntándose el motivo por el cual este y otros países traen el cien por cien de muchos productos de lugares que se encuentran al otro lado del mundo. Por ello, Calcetines Mingo no busca competir con precios, centrando su actividad en investigar nuevas tendencias, tecnologías, y haciendo una fuerte apuesta por la sostenibilidad, que consideran que será el futuro.