Barcelona instalará bolardos y estudiará peatonalizar calles concurridas

La junta de seguridad de la capital catalana, integrada por las tres administraciones, ha celebrado esta mañana su primera reunión tras las atentados del jueves pasado, en la que Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento han acordado aumentar la presencia policial en las calles de la ciudad condal e instalar barreras móviles en los puntos más sensibles de Barcelona.

En concreto, las autoridades reforzarán en un 10% la dotación de agentes de seguridad pública y un 20% los de orden público. La Guardia Urbana, mientras, aumentará un 10% las horas extra para que las patrullas en lugares concurridos puedan hacerse con tres agentes y no con dos.

Además, la junta de seguridad ha convenido el uso de obstáculos móviles en lugares en los que haya una gran concentración de gente, como los emplazamientos turísticos, deportivos o culturales. Las autoridades han acordado además que estudiarán la instalación de medidas de seguridad permanente en zonas que siempre están repletas de gente o que tienen carácter simbólico. Estas medidas van desde la peatonalización de vías, instalación de obstáculos fijos o intervenciones urbanísticas, como es caso de las Ramblas, cuya reforma ya estaba prevista antes de los atentados. La decisión será técnica, ha dicho el consejero de Interior, Joaquim Forn. Las tres administraciones han evitado la polémica en torno a los bolardos. El consejero de Interior sí que ha afirmado que los bolardos no habrían evitado los atentados del jueves en Barcelona, tal y como estaban diseñados de manera inicial, con la detonación de explosivos.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado que en las Ramblas se levantará un memorial, un monumento en recuerdo de las víctimas. Colau ha señalado además que la capital catalana trabaja en un "gran acto" para reconocer a los servicios policiales y de emergencia por su actuación en el atentado de las Ramblas.