Agua como para abastecer Burgos cuatro años: los embalses provinciales rozan su capacidad máxima
La media del agua embalsada supera los tres cuartos del límite de las reservas de la provincia
Este verano está siendo algo diferente a los de años anteriores en la provincia en lo que a la meteorología se refiere. Recientemente, se han producido grandes lluvias en diferentes puntos de la meseta de Burgos, el sistema Ibérico y la cordillera Cantábrica, además de la granizada que azotó la zona sur del Alfoz de Burgos o las tormentas antes y durante los Sampedros en la capital. Las intensas precipitaciones y las Danas no siempre son garantía de que los embalses aumenten su capacidad pero, en el caso de la provincia, el agua acumulada en lo que va de 2025 podría abastecer una ciudad como Burgos durante cuatro años.
Debido a estas precipitaciones y al cúmulo del año, los embalses de la provincia viven una situación atípica para lo que ha sido la última década. Viniendo de un inicio del año que ya resultó favorable para los pantanos, algunas de estas grandes reservas de agua, como es el caso de Úzquiza, están cerca de llegar a su capacidad máxima.
Durante esta temporada estival, de hecho, algunos de estos embalses están por encima de la media de la última década para estas fechas. Más concretamente, este es el caso de las dos reservas de agua más grandes situadas en la provincia: la del Ebro y la de Úzquiza.
Sin embargo, estos datos varían, como se puede apreciar, según la cuenca hidrográfica. En conjunto, los embalses de la cuenca del Duero están muy por encima de la media. Sin embargo, los de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se encuentran ligeramente por debajo.
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Números altos para la última década, pero no para años anteriores
A pesar de esta estadística, mirando más atrás de los últimos diez años, se puede comprobar que los datos que ahora parecen extraordinarios, en otros tiempos eran normales o incluso insuficientes para lo que solían contener algunas de estas reservas de agua.
Por ejemplo, fijando la atención en el embalse del Ebro, los datos de este año indican que se trataría de la decimocuarta cifra más baja en el mes de julio de los últimos 35 años. Incluso en las reservas más pequeñas, como el embalse del Arlanzón o la zona de Sobrón, se puede ver esta pequeña tendencia a la baja.
A pesar de ello, la ciudad de Burgos, por ejemplo, tiene garantizado el suministro, no solo para lo que resta del año, sino para varios cursos, tal y como están los embalses de la cuenca del Duero. Según los datos de la Sociedad Municipal Aguas de Burgos, el consumo anual de la capital de la provincia y el de alrededor de 120 municipios conectados a su red se sitúa en el entorno de los 22 hectómetros cúbicos. Esto significa que, en el peor de los escenarios posibles, las reservas actuales garantizarían el consumo de agua potable, al menos, para cuatro años.
