Burgos, a la cabeza de la producción eólica en España con 2.000 MW de potencia instalada
Actualmente hay cerca de una treintena de proyectos en diferentes fases de tramitación o estudio que añadirían otros 500 MW al parque burgalés y que han despertado cierto rechazo
El viento sopla favorable en Burgos, al menos para la energía eólica, que de un tiempo a esta parte se ha consolidado como principal referente del mix energético en la provincia. Así lo demuestran los datos, que dan fe del liderazgo de Burgos en este ámbito a tenor de los numerosos parques repartidos por el horizonte de la provincia. Un liderazgo que, además, se prevé incrementar a lo largo de los próximos años con el desarrollo de nuevos proyectos que, en algunos casos, han despertado el rechazo de vecinos del entorno y organizaciones ecologistas.
Actualmente, Burgos cuenta con 75 parques eólicos en servicio. Los primeros comenzaron a instalarse hace tres décadas, pero desde entonces no han dejado de proiliferar proyectos en diferentes comarcas. En total, 1.420 aerogeneradores repartidos por la provincia con una potencia instalada total de aproximadamente 2.000 MW.
Para hacerse una idea de lo que esta cifra supone, nada mejor que una comparativa con el conjunto del territorio nacional. En total, en España, uno de los países con mayor presencia de la energía eólica, hay ahora mismo 27.446 MW de potencia instalada. Esto es, sólo Burgos aporta el 7,27% del total, lo que sitúa a la provincia a la cabeza del ranking con la presencia de parques que ocupan una superficie de unas 700 hectáreas teniendo en cuenta sólo el área barrida por el vuelo de los aerogeneradores. Si a eso se le añaden los caminos, plataformas, subestaciones, líneas y demás elementos complementarios, se estima que los parques actualmente en servicio ocupan alrededor de 2.000 hectáreas.
Además, Burgos se ha situado a la vanguardia de la tecnología eólica, con la instalación en los últimos meses de varios parques cuyas características son únicas en España. Un ejemplo de ello es el parque Quintanilla II, desarrollado por EDP Renováveis (EDPR), que cuenta con los mayores aerogeneradores del país. Se trata de las turbinas 'GE137', de 3,33 MW de potencia cada una y con un diámetro de rotor de 137 metros, cuya altura en la punta de la pala alcanza los 199,9 metros.
Otro ejemplo es el complejo eólico de Herrera, levantado por Iberdrola a caballo entre Las Quintanillas, Isar y Estépar, dotado con 14 máquinas SG 4.5-145, capaces de generar hasta 4,5 megavatios de potencia cada una, lo que supone siete veces más que las primeras unidades que la multinacional española comenzó a instalar.
Muchos proyectos
Pero lejos de acabar aquí, sobre la mesa de trabajo hay ahora mismo cerca de 30 proyectos, muchos de ellos localizados en las Merindades, que añadirían otros 500 MW de potencia al parque burgalés. Dichos proyectos se encuentran en diferentes fases de tramitación, y aunque probablemente alguno no se lleve finalmente a cabo, lo cierto es que aproximadamente la mitad ya se han sometido a la fase de información pública.
Dentro de este grupo destacan, por su capacidad productora, los parques 'Cerevil' y 'Cerecol', planteados por Capital Energy en Merindad de Río Ubierna. Allí, la empresa tiene previsto invertir 178 millones de euros para instalar 39 aerogeneradores con una potencia total combinada de 212,5 MW, convirtiéndose así en uno de los complejos eólicos más grandes de la provincia.
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También destaca en este ámbito el proyecto que Global Ottawa ha planteado en Tórtoles de Esgueva, cuyo parque se ampliará hasta los 198 MW de potencia. Por su parte, se están desarrollando parques de cierta envergadura en Buniel (114,5 MW), Alcocero de Mola (102 MW), Estacas de Trueba (98,6 MW), Iglesias (94 MW) o Isar (90 MW).
En una fase más preliminar se encuentran otros proyectos como los del Valle de Mena y Losa (130,5 MW), Santa María del Invierno (100 MW), Villaescusa la Sombría (99,8 MW) o Ubierna (95 MW).
Oposición
Con todo, la proliferación de tantos proyectos ha desperatdo una cierta oposición en varios ámbitos. Quizá, la más significativa sea la enarbolada por diferentes organizaciones ecologistas, que recientemente se han unido en una plataforma para luchar contra la implantación masiva de aerogeneradores en la zona norte de la provincia.
Y es que, según critican, la implatanción de los nuevos parques se está desarrollando sin «planificación y ordenación territorial» y con una «nula sensibilidad ambiental» en entornos de gran riqueza natural y paisajística.
Otros organismos e instituciones, como el Ayuntamiento del Valle de Mena, también han mostrado su rechazo a la implantación masiva de parques eólicos, solicitando una mayor «coherencia» en su desarrollo y presentando alegaciones contra alguno de los proyectos sobre la mesa.