Ceferina Tobar, la centenaria que ha reunido a un pueblo de Burgos para celebrar su 100 cumpleaños
Tardajos rindió homenaje con una chocolatada a la centenaria, la habitante más longeva actualmente de la localidad
El día 20 de agosto de 2025 pasará a la historia como el día en el que Ceferina Tobar, o Feri, como la conocen en su municipio, se convirtió en centenaria. Por ello, Tardajos, concretamente el barrio de Cantarranas, en el que ha pasado toda su vida, ha querido guardarle homenaje a la que, con connotación cariñosa, llaman «la abuela del barrio».
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Decenas de vecinos se juntaron el pasado domingo 17 para celebrar una chocolatada en su honor. Aunque esta chocolatada viene siendo tradición durante la última década en la localidad, en esta ocasión ha tenido un bello adyacente. Entre música, comida y bebida, celebraron que Feri había llegado a los 100 años, haciéndole entrega de un gran ramo de flores. A partir de este día, Ceferina se convierte en una de las personas que tienen 100 años en la provincia.
Una vida dedicada al barrio de Cantarranas
Ceferina ha pasado toda su vida en Tardajos. Tiempo atrás era una ama de casa que «siempre ha cuidado de su familia y de todo aquel que solicitaba su ayuda». Y es que Feri se ofrecía cuando alguien necesitaba que le echaran una mano. Independientemente de que se tratase de algo relativamente simple, como dejar un ingrediente para una comida, u otras como cuidar de las personas que lo necesitaran por una razón o por otra, siempre se podía contar con ella, según cuentan sus propios vecinos.
Su marido era propietario de unas tierras que él mismo cultivaba para dar sustento a su familia. Con él compartió gran parte de su vida hasta el momento de su muerte hace más de 25 años. Sin embargo, sus cuatro hijos, ocho nietos y cuatro bisnietos son los que ahora cuidan de ella «con la amabilidad y el cariño que ella nos transmitía antes», turnándose para que nunca esté sola en el pueblo y ayudándola con las tareas domésticas en su propia vivienda.
Ha mantenido una buena salud hasta este mismo invierno, en el que atravesó un episodio complicada. Pero eso no la ha impedido celebrar su centenario de la mano de las personas que la rodean. A pesar de que ya no habla tanto como antes y que su salud ha empeorado, mantiene una buena memoria y es plenamente consciente de lo que la rodea, hasta el punto en que fruncía el ceño cuando no veía a alguien en su celebración, pero luego, cuando aparecía, se le dibujaba una sonrisa en la cara.
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