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En la primera fase se actuó en el Patio de San Íñigo y en el Claustro Romano. BC
Diputación prepara el proyecto para la segunda fase de rehabilitación del monasterio de Oña

Diputación prepara el proyecto para la segunda fase de rehabilitación del monasterio de Oña

Los arquitectos provinciales trabajan ya en el documento, tras confirmarse que la intervención será financiada con fondos del 1,5% Cultural | Se estudia la organización de una exposición para inaugurar, en verano, la zona recién restaurada

Sábado, 6 de febrero 2021, 09:14

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Los arquitectos de la Diputación de Burgos ya están trabajando en el proyecto para la segunda fase de rehabilitación del Monasterio de San Salvador de Oña. Contará con una inversión de 863.960 euros, que se cofinanciará al 60% con los fondos del 1,5% Cultural, y se centrará en la restauración de la fachada sur del edificio y el faldón de la cubierta hacia el jardín, acondicionando también el paseo en el jardín y el antiguo costurero, para convertirlo en bibliotecta y dos aulas

El pasado diciembre, la Comisión Mixta del 1,5% Cultural comunicaba a la Diputación que su solicitud había sido aceptada y, ahora, se está a la espera de la comunicación oficial sobre la concesión de los fondos. El diputado provincial Ramiro Ibáñez explica que, con la misma, tienen que llegar las concreciones sobre los requisitos a cumplir o los plazos para la presentación del proyecto, la contratación de las obras y la conclusión de las mismas.

Sin embargo, como ya hicieran con la primera fase de la intervención, que también contó con fondos del 1,5 % Cultural, en la Diputación están avanzando trámites. En el presupuesto de 2021 ya hay partida económica reservada y, además, yahan empezado por la redacción del proyecto, a partir de la memoria que presentaron para la solicitud de las ayudas. «Los arquitectos tienen una memoria extraordinaria», ha afirmado Ibáñez. No en vano, la iniciativa fue una de las que mejores valoraciones obtuvo por parte de la comisión mixta.

«Iremos solapando los trámitres para ir avanzando», comenta Ibáñez, de modo que cuando el Gobierno les pida el proyecto, podrán presentarlo sin necesidad de agotar los plazos dados. De ahí tocará solicitar las correspondientes autorizaciones a la Comisión Territorial de Patrimonio y el Ayuntamiento de Oña, trámites que también llevan su tiempo. El último paso será elaborar el pliego de condiciones para sacar a concurso las obras, adjudicarlas y empezar a trabajar en el antiguo cenobio.

«Hablar de fechas ahora sería equivocarnos» pues dependen, en primer lugar, del Ministerio de Transportes, que es quién aporta los fondos del programa del 15% Cutlural. Y, en segundo lugar, de los trámites administrativos a realizar. «Esperemos no tener contratiempos», apunta Ibáñez, pero recuerda que la Comisión Territorial de Patrimonio tiene que dar el visto bueno a la intervención, pues supone actuar en un BIC (Bien de Interés Cultural). En la primera fase no hubo problemas y el diputado confía en que ahora tampoco los haya. «Tenemos suficiente experiencia para evitar imprevistos», comenta.

El diputado reconoce que «si antes teníamos ilusión, ahora mucho más», pues el Gobierno ha refrendado en dos ocasiones el proyecto en el Monasterio de San Salvador de Oña. Y mientras van dando pasos para esa segunda intervención, en la Diputación también trabajan en la inauguración de las zonas ya recuperadas con la anterior rehabilitación, que concluyó el pasado 4 de diciembre. Supuso una inversión de 453.000 euros y la actuació se centró en el Claustro Romano y el Patio de San Íñigo.

Precisamente será en este último donde tenga lugar la exposición con la que, posiblemente, se inaguren esas instalaciones. El Ministerio ha planteado que, para junio, se tenga ya montada una muestra, pero Ramino Ibáñez recuerda que la «situación es muy delicada», principalmente por la pandemia. Aun así, están manteniendo conversaciones con diferentes artistas y no descartan tampoco contar con alguna exposición de la Junta de Castilla y León, relativa al patrimonio de la propia Diputación.

Rico patrimonio

Ramiro Ibáñez recuerda que la Diputación cuenta con un rico patrimonio distribuido a lo largo de la también muy amplia provincia, con muchos BIC como son el Monasterio de San Agustín o la Ciudad Romana de Clunia, además del Monasterio de San Salvador de Oña. También BIC es el edificio del Consulado del Mar en Burgos, cuya rehabilitación integral se había presentado a la convocatoria de ayudas del 1,5%, pero se ha quedado fuera. «Yo tenía mucha ilusión», admite el diputado, pero ahora habrá que buscar una alternativa para acometer una obra que es necesaria pero costosa.

«Tenemos la obligación de mantener nuestro patrimonio en el mejor estado posible», asegura, y la Diputación está cumpliendo con ese compromiso. Obras como la de Oña muestran «la apuesta de la Institución Provincial por los bienes patrimoniales, sean BIC o no», colaborando incluso en patrimonio que no es de su propiedad, como ocurre con los templos religiosos a través del Covenio de las Goteras. «Es muy importante para los pueblos», afirma Ibáñez, que sus patrimonio se conserve. Y un «orgullo» para la Diputación poder contribuir en esa tarea.

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