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Algunas entidades ofrecían el servicio de un cajero móvil en la provincia de Burgos, algo que también se ha perdido FRAN JIMÉNEZ
La Diputación negocia con una empresa el servicio para llevar un cajero móvil a los pueblos

La Diputación negocia con una empresa el servicio para llevar un cajero móvil a los pueblos

El concurso que se sacó quedó desierto, pero una empresa se ha interesado por este servicio que pretende luchar contra la exclusión financiera con un vehículo con un cajero bancario móvil que visitaría pueblos sin sucursales

Lunes, 9 de mayo 2022, 07:05

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La exclusión financiera en el medio rural burgalés es una realidad y un problema. La Diputación de Burgos es consciente de ello. Así lo confirma Ramiro Ibáñez, diputado provincial, «ante un servicio que no presta quien debe hacerlo, la Diputación tiene que intervenir. Es importante que la economía rural esté activa».

En la provincia de Burgos se han cerrado 55 sucursales bancarias en los últimos cinco años, el 32 por ciento del total, según datos del banco de España. Es la cuarta provincia de Castilla y León que más sucursales ha perdido en el último lustro.

En marzo de este año, la Diputación anunció que iba a sacar a concurso el servicio para llevar un cajero móvil a algunos pueblos de la provincia de Burgos para compensar esa exclusión financiera. Un vehículo que acudiría dos veces al mes a 25 localidades que han visto cerrar todas las oficinas bancarias con las que contaban. Se iba ampliar a otros municipios porque ese dato de 25 localidades correspondía a cifras del 2015. Se sacaba a concurso por un millón de euros en cuatro años.

Pero el concurso quedó vacío. No hubo interés por parte de ninguna empresa de prestar este servicio. Por ello, Ibáñez reconoce que ahora se está estudiando comenzar un procedimiento negociado porque ha surgido el interés de una empresa.

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El diputado Ramiro Ibáñez confirma que ahora sí hay una empresa interesada en ofrecer este servicio mediante un acuerdo con la Diputación. Por ello, se está estudiando sacar ese mismo contrato mediante un procedimiento negociado, «con las mismas bases y negociado con la empresa. En este caso, se invitará como mínimo a otras tres empresas que muestren interés o pertenezcan a este sector», explica Ibáñez.

El interés de esta empresa reabre esperanzas para poder ofrecer este servicio que, de hecho, ya se está desarrollando en otras provincias cercanas. Pero la Diputación se mantiene cauta, «se ha pedido a la empresa compromiso, que si abrimos el proceso no sea para nada, que estudien las cláusulas y si les encaja y están dispuestos a desarrollar el servicio, nosotros estamos dispuestos a negociar ese procedimiento».

Saldría a 240.000 euros por dos años de contrato prorrogables otros dos años más. La propuesta sigue siendo acudir dos veces al mes con un vehículo que porte un cajero automático desde el que poder operar con todas las entidades. «Queremos que la gente pueda acceder al efectivo, pero también hacer operaciones, pagar multas, matrículas, realizar cobros y pagos», explica el diputado. El servicio se ofrecería a las poblaciones que no tienen ninguna entidad bancaria.

Paliar el abandono

Ibáñez confirma que un servicio similar lo han ofrecido en ocasiones algunas entidades financieras. Cuando cerraban alguna oficina, acudían con un vehículo en el que ofrecían servicios similares a los de caja a algunos pueblos, pero esto se ha ido dejando de hacer a la vez que se cerraban sucursales. «Queremos paliar el abandono de los pueblos sin vestigios de entidades», confirma el diputado.

Por ello, barajan otras opciones en caso de que no se pueda ofrecer este servicio de cajero móvil. Ibáñez habla de posibilitar la presencia física de un propio cajero en los pueblos o dotar a los establecimientos de las localidades de un datáfono para poder retirar efectivo, pero también poder realizar los pagos.

Además, se estudia ofrecer formación en el uso del servicio Bizum. «Queremos enseñar a usar esta herramienta. Colocar carteles con información sobre cómo usarlo. Acercarla a al gente para quitar el miedo y las dudas sobre ella. Algo que beneficiaría a los vecinos y también a los visitantes. El turismo rural de la provincia de Burgos muchas veces llega a los pueblos sin efectivo», explica.

La realidad avanza hacia una pérdida de presencia del dinero en efectivo y una sustitución de los pagos mediante sistemas seguros. «Hay que hacer estos sistemas accesibles para las personas mayores y ofrecer también facilidades para los visitantes», confirma Ibáñez.

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