El lobezno atropellado en Burgos no presentaba fracturas visibles y fue tratado contra la sarna
En el Centro de Recuperación Animales Silvestres lo trataron contra la sarna y, cuando vieron que evolucionaba favorablemente, lo liberaron
El cachorro de lobo que sufrió un atropello hace una semana en la zona de Páramos no requirió de una atención especialmente complicada. El animal, un macho de unos dos meses y con un peso de 4,5 kilos, llegó al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos (CRAS) el pasado lunes, tras ser atropellado el domingo, en los entornos de Sargentes de la Lora, confirma la Junta.
En un primer análisis radiológico no se detectaron fracturas visibles como consecuencia del atropello, explican, pero sí se detectó que tenía sarna en estado avanzado. Por ese motivo, se sometió al cachorro a un tratamiento antiparásitos y, cuando se vio que la evolución era favorable, se le liberó. Eso fue el pasado viernes, en un mínimo plazo de tiempo para favorecer su reintegración en la manana.
Desde la Junta afirman desconocer que hubiera un segundo lobezno atropellado, en este caso con resultado de muerte, como han denunciado desde la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL), que han solicitado información a Medio Ambiente sobre el caso. Ellos sí tienen confirmado que hubo otro animal atropellado, y que murió en el acto, afirman.
En principio, la Junta habla de un atropello «fortuito» pero ASCEL está preocupada por el impacto que este tipo de sucesos tiene sobre la población de lobo en Burgos, que está en remisión. El colectivo recuerda que a principios de los años '90 había hasta 30 grupos en la provincia, pero que ahora se calcula que hay entre 10 y 11, así que es prioritario cuidar a los más pequeños para que se avance en la recuperación.