El Monasterio de San Pedro de Arlanza tuvo un claustro románico
Según las últimas investigaciones arqueológicas, este templo situado en el municipio de Hortigüela, en Burgos, tuvo un claustro románico de una planta en su interior
Es un hecho que la pequeña localidad burgalesa de Hortigüela destaque por su patrimonio histórico. Y este lo encabeza el Monasterio de San Pedro de Arlanza, un templo construido en el año 912 que se alza sobre el verdor de la naturaleza característica de la Sierra de la Demanda, comarca a la que pertenece dicho municipio, situado a 44 kilómetros de la ciudad de Burgos.
Con el fin de desvelar los entresijos que esconden los cimientos conservados del antiguo convento, se ha levantado una investigación especial arqueológica durante junio, julio y agosto de 2024. A días de que finalice este primer mes del proyecto, ya se empiezan a vislumbrar los primeros frutos del análisis.
Según los hallazgos, bajo la presente edificación y en el mismo lugar que el claustro mayor herreriano actual, existió un claustro románico de una sola planta, datado en el siglo XI. Así lo ha explicado este lunes el jefe de Arqueología del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), Juan José Gordón, acompañado por el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro Luis de la Fuente.
Una joya arquitectónica dentro de un reconocido enclave histórico
Gordón y De la Fuente han presentado esta mañana los primeros hallazgos producidos en las excavaciones que se desarrollan desde 2021 para investigar los orígenes del monasterio de Hortigüela. Así pues, Gordón ha puesto en alza el trabajo realizado por la nueva campaña arqueológica prevista para este verano, la cual, entra dentro de las excavaciones existentes desde hace tres años y está a manos de un equipo multidisciplinar del IPCE.
José, como jefe de Arqueología de la nombrada institución, ha recalcado que, por el momento, el reciente proyecto está siendo «todo un éxito», ya que, ha «dado respuesta al principal interrogante que rodeaba la historia del monasterio, la posible existencia y ubicación del primitivo claustro, hoy desaparecido».
Las evidencias de que el claustro románico subsitió en el Monasterio de San Pedro de Arlanza son: el banco corrido de cimentación, el negativo de la primera hilada de sillares y la reutilización de piezas románicas como basas y molduras, todos ellos encontrados en la presente ubicación.
«Se construyó a escasos centímetros del actual, con una superficie superior al moderno, pero fue totalmente desmantelado y sus piezas románicas reutilizadas para las zapatas de cimentación del claustro renacentista», ha apuntado el director de las excavaciones.
La muralla monástica
Otro de los puntos a tratar en la presentación de este lunes ha sido el fin de la excavación de la muralla monástica, la cual fue descubierta en la anterior campaña de San Pedro de Arlanza. Según Gordón, el haber terminado con esta investigación da pie a poder «sacar a la luz una estructura de gran potencia que cerraba todo el recinto monástico septentrional y que sólo se conocía a través de antiguas fuentes escritas».
Los resultados obtenidos en el proyecto permitirán establecer con exactitud, entre otros datos, la cronología de cada uno de los tramos amurallados. «Con eso cerramos un capítulo fundamental de la historia constructiva del monasterio de Arlanza, cuna de Castilla», ha concluido el experto.
Por medio de estas intervenciones, el IPCE está obteniendo información inédita para conocer mejor el origen y evolución de este enclave, golpeado en marzo de 1894 por un violento incendio que redujo a cenizas el fondo documental del archivo monástico y que borró gran parte de su historia y su memoria.