Patrimonio invisible en zonas despobladas de Burgos: una investigación busca cómo convertirlo en motor económico
Una investigación de la UBU cuenta con unos 60.000 euros de presupuesto para lograr que el patrimonio material e inmaterial de algunas zonas despobladas se conviertan en un revulsivo económico gracias a la comunicación y visibilización
En medio del contexto de despoblación creciente de algunas comarcas de Burgos, la Universidad de Burgos (UBU) lidera un ambicioso proyecto de investigación con el objetivo de sacar del olvido el valioso patrimonio, en muchos casos desconocido, de varias comarcas rurales de la provincia.
Publicidad
La iniciativa está financiada por la Consejería de Educación, pero los fondos proceden de la Unión Europea (Next Generation). Son cerca de 60.000 euros (59.971) procedentes de las ayudas para proyectos de investigación aplicada. El proyecto se desarrolla durante varios años y, actualmente, está en una fase incipiente.
Ahora mismo, como explica María del Mar Chicharro, responsable del proyecto y de investigación y profesora de la UBU, se está recogiendo todo en una base de datos y luego, en una segunda fase, se analizará cómo se está comunicando. Actualmente, se está recorriendo pueblos, analizando el patrimonio, las webs…
Noticias relacionadas
Expertos de distintos campos
El proyecto se desarrolla desde el grupo de investigación CAYPATRI, un grupo interdisciplinar formado por expertos de distintos campos que trabajan interconectados (comunicación audiovisual, sociología, periodismo, historia, historia del arte…). La línea de investigación son temas relacionados con la comunicación y el patrimonio, tanto material como inmaterial, especialmente, de Burgos. «Esta investigación parte de una preocupación compartida: cómo zonas con un patrimonio impresionante siguen perdiendo población sin que se está aprovechando su enorme potencial cultural y natural», explica Chicharro.
Las comarcas que forman parte del proyecto dibujan una especie de C en el mapa, son la de Montes de Oca, Páramos y la Demanda, además, se incluyen comarcas fronterizas como la de la montaña palentina o la de Pinares, que comparten Soria y Burgos. Todas ellas tienen en común su baja densidad de población, el envejecimiento de sus habitantes y, sin embargo, cuentan con una enorme riqueza patrimonial. Tanto arqueológico como natural, arquitectónico y también inmaterial.
Publicidad
«El germen del proyecto surge de nuestro trabajo en CAYPATRI», explica la investigadora Chicharro. «Llevamos años publicando estudios sobre el cine en Burgos, realizando vaciados de prensa histórica, estudiando la Segunda República o la Transición desde la prensa burgalesa. Lo cierto es que estos temas siempre generan un gran interés ciudadano. Muchas veces, incluso, los lectores nos ceden fotos, nos cuentan historias, reconocen a familiares». Hay un apego emocional a esta memoria que no está aprovechando del todo.
Patrimonio que no se comunica, no se ve
El equipo está formado por docentes e investigadores del ámbito de la comunicación, parte de una observación clara: la comunicación en estas zonas es deficiente. «Hemos detectado que, incluso en municipios conocidos como Covarrubias o Lerma, hay recursos patrimoniales apenas visibilizados, las fotos son de mala calidad en las webs o hay poca información. Y si esto pasa en los pueblos más turísticos, imagina en los pequeños», indica Chicharro.
Publicidad
Este desequilibrio entre el valor del patrimonio y su comunicación ha motivado una primera fase del proyecto centrada en la documentación exhaustiva. El equipo está construyendo una base de datos con recursos patrimoniales de todo tipo: materiales como monumentos, iglesias, esculturas, necrópolis, arquitectura tradicional, e inmateriales como ritos, tradiciones, costumbres únicas de estas zonas.
Un ejemplo podría ser el conjunto de necrópolis altomedievales del Alto Arlanza, uno de los más importantes de Europa y poco explotado turísticamente. O tradiciones como la suerte de pinos en la zona de Pinares, una forma ancestral de reparto del aprovechamiento forestal.
Publicidad
Cada uno de los elementos patrimoniales que se incorporan en la base de datos es evaluado según criterios como accesibilidad, estado de conservación, señalización, información disponible y potencial turístico. «Todo esto lo estamos registrando ya para tener una herramienta útil desde la que trabajar», explica.
De la investigación a la transferencia social
El proyecto no es solo académico, tendrá su repercusión social. Es fundamental la transferencia de conocimiento, es decir, devolver a la sociedad el resultado del trabajo universitario. El objetivo es aportar herramientas y estrategias de comunicación que ayuden a la sostenibilidad del sistema social de estas regiones. El patrimonio material e inmaterial puede ser un revulsivo económico que ayude a paliar la despoblación de estas zonas. Por ello, es necesaria la visibilización y la puesta en valor a través de una comunicación moderna y eficaz. Ya se puede observar parte del trabajo en la web: https://www2.ubu.es/caypatri/.
Publicidad
Aquí ya hay publicados contenidos con fotografías, fichas descriptivas y otros materiales sobre la investigación. Además, se crearán rutas, mapas interactivos, recursos para redes sociales y una serie de recomendaciones para mejorar la comunicación del patrimonio rural de estas comarcas. Todo ello estará a disposición de estas comarcas, de los técnicos de turismo o patrimonio o de las personas que se encarguen de esta labor para su uso.
Todo ello culminará con la publicación de un libro blanco de la comunicación del patrimonio en las comarcas despobladas, un documento que identificará fortalezas y debilidades del actual modelo comunicativo y propondrá medidas realistas y adaptadas al contexto local.
Noticia Patrocinada
Un proyecto con vocación regional y humana
Aunque el equipo investigador está centrado en Burgos, el enfoque es regional: «Estas comarcas, aunque pertenecen a provincias distintas, comparten una lógica común: riqueza patrimonial, despoblación, baja digitalización y falta de estrategias comunicativas. Lo que queremos es aportar conocimiento que sirva para todos estos territorios», añade María del Mar Chicharro.
Para la directora del proyecto el objetivo es claro: «No basta con tener patrimonio. Hay que saber contarlo. Y, sobre todo, hay que hacerlo bien». Desde este equipo de investigación se cree fielmente que si se consigue que los pueblos tengan más herramientas para visibilizar lo que ya tienen, se estará dando un pequeño paso contra el olvido.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión