Un pueblo de Burgos busca reabrir su bar ofreciendo alquiler gratuito y vivienda

Ante la dificultad de encontrar interesados en gestionar negocios en el medio rural, en la provincia de Burgos proliferan los pueblos que ofrecen, junto con la gestión del bar municipal, alojamiento. Es el caso de Quintanilla de las Viñas, que busca reabrir su cantina y no solo ofrece vivienda gratis, es que el alquiler del negocio también es gratuito.

Quintanilla de las Viñas es una pequeña localidad burgalesa ubicada en la comarca de Lara y que pertenece al Ayuntamiento de Mambrillas de Lara. En enero de 2023 ya buscaron gestor para su cantina. Allí se conoce así a estos establecimientos. Encontraron a una persona, pero el negocio vuelve a estar cerrado. Hasta entonces, un matrimonio lo había gestionado durante seis años y lo habían potenciado con un éxito notable. «En verano la terraza no tenía nada que envidiar a la de cualquier ciudad y, en invierno, no es raro el fin de semana que no estaba lleno», confirmaba un vecino del pueblo.

Lo que busca el pueblo es reabrir esta cantina. «En Semana Santa ha estado cerrada y lo hemos notado todos mucho», asegura otra persona que acude mucho al pueblo.

Para conseguir reabrir este negocio, el único de hostelería del pueblo, el Ayuntamiento pedáneo saca la gestión de la cantina de forma gratuita. El gestor no tendrá que pagar alquiler mensual, solo tendrá que hacerse cargo de los gastos corrientes como luz y agua, pero ni siquiera tendrá que abonar el IBI. El Impuesto sobre Bienes Inmuebles también corre a cargo del Consistorio.

Además de un alquiler gratuito, se ofrece vivienda. La casa se encuentra en la planta superior de la cantina y también se ofrece sin contraprestación económica.

Las condiciones es que de octubre a mayo se abra los fines de semana y el resto de meses, en los que más afluencia de gente hay, se abra todos los días. Pero, como se confirma desde el pueblo, estas condiciones siempre se pueden negociar en caso de que haya alguien interesado que encaje en la oferta.

Igualmente, no hay un periodo máximo ni mínimo de gestión. En caso de que todas las partes estén conformes, el contrato se puede alargar hasta que una de las dos decida finiquitarlo. Eso sí, hay que avisar con un mes de antelación.

La cantina ha estado abierta recientemente, por lo que no es necesaria una gran inversión para adecuarla. Habría que llevar, por ejemplo, vajilla, cubiertos y vasos, pero cuenta con dos cámaras, congelador y lavavajillas. También hay un espacio para habilitar una cocina.

Los vecinos confían en que este servicio que no solo es de restauración, también es de ocio y encuentro, pueda reabrirse pronto.

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