Quince meses para reparar el sumidero de Catrovido, que retiene agua pese al retraso de la carga
La Confederación Hidrográfica del Duero ejecutará las obras, que costarán 3,3 millones de euros. La puesta en carga de la presa está paralizada, tras detectarse un sumidero
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha autorizado las obras de reparación del sumidero que se detectó en la presa de Castrovido tras completarse la primera fase de la puesta en carga. La actuación, que ejecutará la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), tiene un coste de 3,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 15 meses.
De este modo se avanza en la solución de un problema que tiene paralizada la puesta en marcha de la presa burgalesa desde hace meses. Explican desde la CHD, que tras concluir el primer escalón de la puesta en carga, en diciembre de 2021, se detectó un sumidero en el arroyo de Vaquerizas, lo que obligó a parar el plan de llenado en pruebas para resolverlo.
Previo estudio geológico de la zona, se tiene que realizar un tratamiento del terreno, con sellado y taponado del sumidero, una obra que se licitó por la vía de urgencia y ahora acaba de ser licitada. Será la empresa Sondeos, Inyecciones y trabajos especiales la que acometa los trabajos por 3.364.587 euros, que «se desarrollarán principalmente durante el año 2023», explica CHD.
A partir de ahí, en función de cómo se desarrollen y del comportamiento climático e hidrológico de la cuenca del Arlanza se retomará la puesta en carga de Castrovido, «una vez que dichos trabajos puedan garantizar la seguridad de la misma». Eso sí, el retraso sobre el cronograma inicial será importante, pues se preveía que las pruebas pudieran concluir en 2023, y no va a ser así.
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Retención de agua
La puesta en marcha de la presa de Castrovido es uno de los anhelos de los pueblos de la cuenca del Arlanza, que lleva más de tres décadas esperando a contar con un sistema de regulación que evite inundaciones (hay avenidas cada año y algunas de consecuencias muy graves) y garantice suministros para los cultivos de regadío.
De hecho, las obras que se van a acometer ahora salieron a concurso por la vía de urgencia justificadas por «las actuales condiciones de inseguridad e incertidumbre frente a la posibilidad de que avenidas con alta probabilidad de ocurrencia puedan generar graves daños aguas abajo del embalse», tal como recoge el proceso de licitación.
Sin embargo, la Confederación afirma que «la presa principal sí tiene cierta labor de regulación sobre las eventuales crecidas incluso en la situación actual», pues «si bien no se puede continuar su llenado, sirve para laminar los caudales que llegan en episodios de avenidas». Y pone como ejemplo las crecidas del puente de la Constitución y la más reciente de principios de semana.
En esta última, la CHD puso en alerta las estaciones de aforo de Lerma y Peral de Arlanza, con altos niveles de caudal de agua. Así, en Lerma el Arlanza llegó a los 2,46 metros de altura y en Peral superó los 3 metros. Los vecinos miran con recelo al río, temiendo que estos retrasos en Castrovido les hagan tener que sufrir nuevas inundaciones, cuando parecía que habían quedado en el pasado.