Redes vecinales que combaten la soledad de los pequeños pueblos burgaleses
En tres pueblos de la provincia, Santa Gadea del Cid, Rojas y Miraveche, se han creado redes de vecinos que organizan actividades de entretenimiento y formación y, además, son un grupo de apoyo mutuo | Sus protagonistas nos cuentan lo importante que es acabar con el aislamiento
La despoblación y el envejecimiento son dos de las 'epidemias' que está sufriendo el medio rural burgalés, aunque no se trata de dos males únicos y exclusivos de nuestra provincia ya que el resto de la conocida como España Vaciada también los sufren.
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Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los mayores de 75 años representan el 12% de la población burgalesa. La parte superior de la pirámide demográfica crece porque también aumenta la esperanza de vida. Los nacimientos descienden en nuestra provincia y pocos de los que se producen pertenecen a familias afincadas en los pueblos más pequeños.
Ante esta situación, muchas de las personas que residen y siguen manteniendo con vida a nuestro medio rural sufren soledad y aislamiento. La solidaridad, la ayuda mutua, la creación de vínculos entre los vecinos, el dinamismo son pequeños gestos que pueden mejorar la vida de aquellas personas más mayores que residen en los pueblos. Pero, además, con ello se implica a los más jóvenes en la empatía de entender la situación de sus vecinos de otras generaciones.
Ahí es donde entra la labor de la Asociación de Personas Mayores y Familiares Solidaridad Intergeneracional que ha creado más de 20 redes vecinales en todo Castilla y León con el fin de combatir la soledad. En la provincia de Burgos, a las redes vecinales creadas en Rojas de Bureba y Miraveche, se acaba de sumar otra recién estrenada en Santa Gadea del Cid.
La asociación Solidaridad Intergeneracional ha instado a las personas mayores pero también a los jóvenes a participar en las actividades individuales y grupales que organizan. Estas tratan de empoderarles, de darles mecanismos para no ser dependientes de tantos apoyos externos. Además, quieren facilitar la continuidad de la relación y el compromiso intergeneracional y vecinal. Estas redes vecinales llevan por nombre 'Cuenta conmigo'. Una vez que terminan el curso de capacitación impartido por la asociación, como acaba de ocurrir en Santa Gadea del Cid donde sus vecinos han estado seis semanas preparándose, las redes creadas funcionan de forma autónoma e independiente pero con un pequeño apoyo ofrecido desde la asociación. De esta forma lo que se consigue es facilitar la relación de cercanía y el apoyo para la vida cotidiana que previene del aislamiento social.
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Por ejemplo, en Santa Gadea del Cid se han ofrecido tres voluntarias para dinamizar la red vecinal, como explica Rosa, psicóloga de la asociación. Ella es la encargada de contactar con los ayuntamientos para ofrecerles estos servicios, en otros casos es el consistorio, una asociación o los vecinos los que contactan con Solidaridad Intergeneracional. Para que salga adelante el curso de capacitación se necesita un grupo de nueve personas, como mínimo.
Tras impartir durante varias semanas nociones sobre actividades, formas de ayudarse, de organizarse, manualidades, deportes, se crea una red vecinal que funcionará sola pero con apoyo y directrices de Solidaridad Intergeneracional. Una vez que la red funciona de forma autónoma desde la asociación no dejarán de mandarles ideas de actividades, cursos. «No solo se trata de entretener, la gente también quiere formación», explica Rosa.
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Estas redes no solo buscan combatir la soledad y la falta de dinamismo, también pretenden ser mecanismos de ayuda mutua. «Si por ejemplo algún vecino necesita ir a la peluquería, al banco o a otro pueblo cercano a hacer gestiones, de esta forma, en la que tienen más contacto, pueden organizarse para compartir coche o un taxi. También pueden hacerse favores y estar pendientes unos de otros», añade Rosa.
Santa Gadea del Cid
Nati, Santa Gadea del Cid, es una de las vecinas que participan en estas redes vecinales creadas en su pueblo. Ha recibido dos cursos por parte de Solidaridad Intergeneracional de los que ha salido muy contenta. Ahora, han quedado cuatro mujeres del pueblo, aunque no todas viven allí de forma permanente, como responsables para seguir impulsando las redes vecinales. «Aunque no todas vivimos aquí de forma permanente todas estamos muy vinculadas con nuestro pueblo y queremos implicarnos con él», apunta Nati.
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«Queremos que la gente salga de casa, ayudar a combatir la soledad y que lo pase bien», explica Nati. En su pueblo son unos 140 vecinos y esta iniciativa ha tenido «muy buena recepción» y la gente tiene «ganas de más actividades». Sobre todo es en verano o cuando más gente acude al pueblo cuando más actividades se organizarán pero será algo que se mantendrá durante todo el año. «Muchos mayores aquí sufren soledad y esto puede ser una pequeña solución a sus problemas», confiesa Nati.
Rojas
Rosa es una vecina de 77 años de Rojas, en la comarca de la Bureba. También ha recibido el curso de capacitación y describe la experiencia como «muy bonita». A sus 77 años rebosa energía y no ha sido la vecina más mayor en recibir estos conocimientos, otros más mayores también se han querido implicar.
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«Ahora estamos pocos pero en cuanto vienen alguno más organizamos nosotros las actividades», explica Rosa. En invierno algunos de los que participan en esta red vecinal no residen en el pueblo pero cuando empieza a llegar el tiempo más templado y regresan es cuando se organizan más actividades. Aún así, ahora, la red no se disuelve. «Aunque no somos tantos seguimos juntándonos para combatir la soledad, aunque sea solo para hablar nos reunimos algunos días».
En Rojas son unos 30 vecinos, reconoce Rosa que los hombres se implican menos que las mujeres pero «los que estamos en esta red, estamos», remarca así su compromiso Rosa.
Miraveche
Borja Suárez, concejal de Miraveche, confiesa que en este pueblo, donde también funcionan estas redes vecinales, la población es muy activa, «desde los más pequeños hasta los más mayores son muy activos y están muy unidos», explica Suárez.
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«Estas redes y esta actividad ayuda a la vida social, a evitar la soledad», añade Suárez quien explica que un pueblo sin bar o centro de reunió, sin una asociación está completamente inactivo, «los pueblos sin bar mueren antes».
En Miraveche la creación de las redes vecinales surgió desde una asociación de mujeres que funcionaba desde hacía tiempo. El Ayuntamiento también ayuda facilitando espacios como los antiguos lavaderos del barrio de Silanes que se convertirán en un pequeño centro, «esto son inversiones que se aprovecharán».
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Un poco más sobre Solidaridad Intergeneracional
Financiado a través del 0,7% del IRPF, Solidaridad Intergeneracional ha puesto en marcha en Burgos y en el resto de las provincias de Castilla y León un proyecto innovador con el programa 'CuentAconMIGO'. Un servicio dirigido a personas mayores y población en general, en el medio rural amenazado por la despoblación. El objetivo de este programa es aumentar la relación y ayuda mutua, protegiendo a los vecinos vulnerables, evitando el aislamiento social y la pérdida de autonomía a la vez que mejorar las relaciones interpersonales e intergeneracionales y lograr más satisfacción, sintiéndose protagonista de su propia vida, y con la firme voluntad de participar de forma activa con la comunidad rural.
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