La Junta rechaza flexibilizar las restricciones en Aranda apelando a los datos globales

La Junta de Castilla y León ha rechazado flexibilidar las medidas restrictivas en Aranda, apelando a los datos globales de incidencia en la comunidad autónoma. La consejera de Sanidad, Veronica Casado, ha remitido su contestación al requerimiento planteado por la alcaldesa de la ciudad, Raquel González, denegando el pase a fase 3 y emplazando a que mejoren las condiciones epidemiológicas y sanitarias de la región.

A través de una carta remitida este miércoles, Aranda reclamaba a la Administración Regional una relajación de las medidas hasta el nivel de riesgo 3, que se ajusta a las cifras actuales y que permite, entre otras medidas, las aperturas de interiores de hostelería y gimnasios a un tercio de aforo.

En el escrito, la regidora arandina, detallaba que, según los datos de la Junta, la ciudad presenta «un número escaso de casos positivos» y un índice de reproducción del virus de 0,34 frente al 0,8 de Burgos, «datos muy por debajo del resto de la provincia». Añadiendo, que en el hospital de los Santos Reyes hay «únicamente» cinco pacientes ingresados con covid.

«Por los datos que contamos en nuestra villa, deberíamos estar en el nivel de alerta 3 y actualmente estamos en el nivel 4, con el consiguiente perjuicio económico para sectores tan importantes y que abarcan a muchas empresas de hostelería y gimnasios», defendió la regidora

González recordaba que el pasado mes de agosto se adoptaron en Aranda medidas «singularizadas y restrictivas» teniendo en cuenta los datos epidemiológicos de ese momentos y que generaron graves perjuicios económicos. Ahora, amparándose en esos datos que son positivos solicitaba «que se nos pase a la fase 3 con el fin de no provocar un trato discriminatorio».

Aranda tiene en la actualidad una incidencia acumulada de 54,24 contagios por cada 100.000 habitantes en siete días y 210,93 en 14 días. En la última semana, se han contabilizado 18 positivos de la covid-19 en la ciudad.