La Guardia Civil tramita una veintena de denuncias a seteros sin licencia en lo que va de campaña

Tras dos años sin apenas producción, había ganas de setas en la provincia. Para muestra, un botón. Durante los últimos días festivos, los montes burglaeses se han llenado de recolectores en busca de hongos que poder llevar al plato o, en su defecto, al mercado. Sin embargo, no todos ellos cumplen la normativa.

De hecho, apenas unos días después de comenzar formalmente la campaña de recolección, la Guardia Civil ya ha levantado una veintena de actas por infracción de la Ley de Montes y la normativa aprobada hace ahora dos años por la Junta de Castilla y León.

Se trata de un número significativo, teniendo en cuenta que también la Junta de Castilla y León ha levantado más de una veintena de actas y que durante las dos últimas campañas no se tramitó ninguna denuncia, básicamente porque apenas hubo setas en los montes. Sí las hubo, sin embargo, en la campaña 2015/2016. Entonces, durante toda la campaña, el Seprona de la Guardia Civil tramitó 54 actas de infracción.

Según explican fuentes de la Benemérita, la mayoría de las denuncias formuladas en lo que va de año han ido a parar a recolectores particulares que cogen setas «como entretenimiento». En la mayoría de los casos, se trataba de vecinos de Burgos o alguna provincia limítrofe que fueron sorprendidos recogiendo setas sin la preceptiva licencia.

En este sentido, desde la Guardia Civil abundan en que la mayoría de esos recolectores conocen la normativa, aunque algunos aspectos aún no están del todo claros, ya que el decreto que regula el aprovechamiento micológico data de 2017. Eso sí, desconocer la norma no exime a nadie de cumplirla.

Con todo, y más allá de la presencia de seteros particulares, las buenas previsiones han motivado este año la reaparición de seteros ilegales organizados. De momento, solo se tiene constancia de la presencia de un grupo, que además, ya ha sido 'cazado' en dos ocasiones.

La primera tuvo lugar el pasado día 1 de noviembre, cuando una patrulla del Seprona tuvo conocimiento de la presencia de varias personas de origen extranjero recolectando setas en un paraje de La Ribera. En aquella actuación se intervinieron 56 kilos de níscalos que se entregaron al titular del monte, se levantó la correspondiente acta de aprehensión de efectos y se denunció a los cinco recolectores identificados.

Quiso la casualidad -y el buen tino de los agentes del Seprona- que apenas dos días después se identificara a los mismos recolectores. En este caso, la intervención tuvo lugar en un paraje de La Demanda, donde varias personas fueron sorprendidas saliendo del monte con cajas cargadas de níscalos hacia una furgoneta que se encontraba estacionada en el camino. Tras su identificación, se comprobó que estaban recolectando nuevamente sin permiso, acompañados, en este caso, de otras dos personas.

En esa ocasión, se intervinieron 12 cajas de fruta que contenían 48 kilogramos de níscalos, levantando la correspondiente acta de aprehensión de efectos y denunciando a los siete recolectores, entregando las setas al titular del monte.

En esas dos intervenciones se decomisó la práctica totalidad de los hongos intervenidos en lo que va de campaña (104 kilogramos de níscalos y 7,8 kilogramos de boletus). Sin embargo, todo hace indicar que esa cifra se incrementará. Y es que, la campaña no hecho sino comenzar y aún quedan varias semanas por delante.

Así, cabe señalar que durante la campaña 2015/2016, que puede tomarse como referencia en ciertos aspectos por el nivel de producción, se realizaron 8 aprehensiones y se intervinieron un total de 277 kilogramos de setas (225 kilos de boletus, 50 kilos de níscalos y 2 kilos de otros tipos), fundamentalmente en la comarca de Pinares.

En este sentido, desde el Seprona se insiste en la necesidad de cumplir con la normativa vigente. Una normativa que, a grandes rasgos, limita la actuación de los recolectores en función de la zona donde actúen. Así, si quieren recoger setas en una zona regulada, deberán solicitar el correspondiente permiso y cumplir con los límites de recolección impuestos por el propietario de los aprovechamientos (en su mayoría, ayuntamientos). En caso de que quieran recoger setas en parajes no regulados, el límite se establece en 3 kilogramos de setas silvestres por persona al día.

A mayores, la Guardia Civil también subraya que las únicas herramientas de corte a utilizar serán cuchillos, navajas o tijeras, en todo caso con dimensiones de hoja inferiores a 11 centímetros y que los sistemas y recipientes usados para la recolección de setas silvestres y para su traslado dentro del monte deberán ser rígidos o semirrígidos y porosos por todos sus lados, de modo que permitan su aireación y la caída al exterior de las esporas. Vamos, que no se pueden utilizar ni rastrillos ni bolsas de plástico o cubos.

Asimismo, con la nueva normativa también se controlan los transportes por carretera, ya que los transportistas deben estar en posesión de permiso de recolección cuando las setas provengan de acotados, o documentación acreditativa de su legal transporte cuando se transporten cantidades superiores a diez kilos de setas silvestres.