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La madre del bebé asesinado en Gijón se autoinculpa y exime a su pareja

La madre del bebé asesinado en Gijón se autoinculpa y exime a su pareja

S. A. M., de unos 25 años, vive en el edificio frente al que apareció el cadáver en Nuevo Roces. Su novio fue arrestado y puesto en libertad con cargos

OLAYA SUÁREZ

Gijón

Martes, 24 de septiembre 2019, 10:26

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Se deshizo del cadáver a escasos tres metros del portal de su casa. La Policía Nacional ha detenido a una mujer de unos 25 años, S. A. M., como supuesta autora del brutal crimen de su hijo, al que habría asesinado a puñaladas nada más nacer y al que habría arrojado a un contenedor con la intención de ocultar el cadáver. Se trata de una vecina del edificio de la calle de Jenaro Suárez Prendes, en Nuevo Roces, ubicado justo frente al depósito de basura en el que un hombre encontró los restos mortales del bebé la madrugada del pasado 2 de agosto.

La mujer ingresó el sábado en prisión, comunicada y sin fianza. Su compañero sentimental, que también fue arrestado, fue puesto en libertad con cargos, con la obligación de comparecer en los juzgados cada día. Queda aún por determinar el grado de implicación que tuvo en el macabro crimen que ha conmocionado a toda la ciudad.

La magistrada del juzgado de Instrucción número 4 mantiene el secreto de las actuaciones a la espera de continuar practicando pruebas y diligencias que permitan componer un complicado puzzle cuyas piezas empiezan a encajar. Al parecer, tanto en la declaración que efectuó en la Comisaría, como ante la jueza de guardia, la arrestada habría exculpado de lo ocurrido a su novio, con quien mantiene una relación estable desde hace siete años y con quien convive en el piso en el que la Policía considera que se produjo el parto y el posterior crimen.

Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), con la colaboración de la Brigada de la Policía Científica, trabajaron sin descanso durante más de un mes y medio para poder identificar a la madre biológica del bebé, quien habría ocultado el embarazo a su entorno. De hecho, según comentaban ayer sus vecinos, conmocionados tras conocer las detención a través de la edición digital de EL COMERCIO, «ella siguió con su vida aparentemente normal desde entonces». Sin ir más lejos, el sábado 3 de agosto, un día después de que el cadáver fuese hallado en el contenedor, cambió su perfil de las redes sociales para poner una foto junto su novio.

Las detenciones se produjeron en el propio domicilio a primera hora del sábado. Los agentes, procedían a arrestar a S. A. M. y a su compañero sentimental en el ático del número 325 de la calle Jenaro Suárez Prendes, donde residen desde hace unos dos años -desde que se entregó el edificio- en compañía de su perra. Durante horas, la Policía Científica registró la vivienda en busca de pistas e indicios que puedan arrojar luz a la investigación, que aún continúa abierta.

«Vimos mucho movimiento el sábado, pero ni por asomo creíamos que era por el crimen del bebé que apareció en el contenedor de en frente... Nos hemos quedado pasmados a conocer la noticia», acertaban a decir los vecinos del edificio, quienes el fin de semana llegaron a confundir a los policías de paisano «con una despedida de soltero». «Vimos a un grupo de chavales que tenía los coches metidos en el garaje comunitario y creíamos que era una despedida, no era normal tanto barullo a las ocho de la mañana un fin de semana». Horas después, por el inmueble ya se conocía que los propietarios de uno de los áticos habían sido detenidos. «Creíamos que por algo de drogas o de 'hackers', jamás habríamos pensado que era por esto. Ella en ningún momento dijo que estaba embarazada», añadían.

El cuerpo sin vida del recién nacido fue hallado dentro del contenedor por un vecino de los pisos sociales de la calle Alicia Concepción Álvarez que cada noche sale a inspeccionar el contenido de los contenedores. En uno de los depósitos instalados en la calle Jenaro Suárez Prendes encontró una mochila y al sacarla para revisar lo que había dentro, se llevó un susto mayúsculo. El cuerpo de un pequeño bebé se precipitaba al suelo, con el cordón umbilical y restos de la placenta.

El hombre no llevaba teléfono móvil, por lo que salió a la carretera para intentar dar el alto al primer vehículo que pasase. Los primeros que detuvieron el coche fueron dos jóvenes que volvían de dejar a un amigo en el barrio. En un primer momento creyeron que se trataba de una broma macabra, pero al apearse comprobaron que la realidad superaba a cualquier ficción. Alertaron de forma inmediata a los servicios de emergencia y en pocos minutos llegaron varias dotaciones de la Policía Nacional y los sanitarios, quienes solo pudieron confirmar el fallecimiento del pequeño.

La autopsia revelaba al día siguiente que había sido asesinado nada más nacer. Presentaba cortes por prácticamente todo el cuerpo, algunos de los cuales le afectaron a órganos vitales.

Conocido en La Calzada

«La madre biológica», tal y como la considera la Policía, es una joven originaria de Gijón, al igual que su compañero sentimental, muy conocido en el barrio de La Calzada. La mujer estudió en el Instituto Fernández Vallín y según sus vecinos, «trabaja de forma esporádica». Su novio tiene trabajo fijo en una empresa de instalaciones eléctricas.

La jueza ha determinado, a la vista de las pruebas practicadas, que la mujer es la autora material del crimen de su propio hijo, de quien se habría desecho arrojándolo al contenedor ubicado frente a su domicilio. Desde el sábado se encuentra interna en el centro penitenciario de Asturias.

Su compañero sentimental tiene la obligación de acudir a diario a firmar a los juzgados, como medida impuesta para evitar su fuga. Al parecer, las pruebas con las que cuentan en la actualidad no permiten por el momento determinar que haya participado en el asesinato.

Las investigaciones continúan su curso mientras el barrio de Nuevo Roces intenta digerir la noticia de que la madre es vecina y que además arrojó el cadáver, presuntamente, justo delante de su casa.

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