Avanza la solución al caos del cruce ciclista entre avenida Castilla y León e Islas Canarias

El Ayuntamiento de Burgos quiere realizar una mejora integral de las conexiones de los carriles bici de la ciudad. Uno de ellos, el más ambicioso por el montante de la obra será el acondicionamiento del carril bici de la avenida de Castilla y León en su intersección con la avenida Islas Canarias. Lo anunció hace unos meses el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Juan Manuel Manso, y ahora se encuentra en la fase final antes de la adjudicación del proyecto.

Se trata de una actuación de mucho calado y aunque la inversión no será muy elevada ya que ronda un poco más de medio millón de euros. La solución pasa por la construcción de una pasarela sobre el río Vena que salve el lío de cruces que ha re realizar un ciclista cuando atraviesa por esa zona de la ciudad.

La solución afecta a esa intersección y a una franja de 400 metros al este y al oeste de la avenida Islas Canarias para las reparaciones del carril bici y de los paseos peatonales, en ambas márgenes del parque lineal del río Vena. Así la solución definitiva pondrá fin en dos años a las conexiones del carril bici, tanto en dirección norte-sur como este-oeste.

Actualmente la conexión norte-sur en el ámbito no es posible sin bajarse de la bicicleta y cruzar peatonalmente el puente sobre el río Vena y la este-oeste requiere un rodeo considerable y cruzar dos veces la avenida de Castilla León.

En el planteamiento se busca respetar los «criterios de coherencia, continuidad y seguridad», necesarios tanto para los itinerarios ciclistas como peatonales, atendiendo especialmente a la «seguridad, continuidad y comodidad» de éstos.

Otro objetivo que se pretende conseguir es adecuar el firme de los itinerarios ciclistas y peatonales en el entorno, ya que la falta de mantenimiento no permite su uso cómodo y seguro. Se ha de incluir en el proyecto soluciones constructivas que permitan que las raíces de los árboles no vuelvan a provocar más deterioros.

Dado que la obra que se proyecte afectará al riego automático de las zonas ajardinadas, se rediseñará este de modo que no afecte a la normal circulación de peatones y ciclistas cuando esté en funcionamiento. Este tipo de soluciones ha sido reclamado en varias ocasiones y desde hace años ppor los colectivos como Burgos con Bici.

Desde esta organización se hacía publñico hace unas semanas la peligrosidad de ciertos tramos. Presentaron en el Ayuntamiento de Burgos un plano con 51 puntos negros en la red ciclista de la ciudad.

El informe que ha emitido esta organización señala que «implican peligro diario» para el propio ciclista y para los peatones que transitan junto a las vías ciclistas. También califican como «puntos negros» las calles sin carril bici y «con alta densidad de tráfico y altas velocidades de circulación».

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