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Los paseantes por el Hospital del Rey ya pueden ver las primeras actuaciones que Patrimonio Nacional lleva a cabo en la tapia de la ermita de San Amaro. En una segunda parte se procederá a la limpieza de la torre del Hospital del Rey. Para la primera obra hay un plazo de ocho meses, con lo que para principios de 2026 San Amaro lucirá una mejor cara; y de 12 meses para la torre.
La obra la llevará a cabo la empresa burgalesa Innovación y Tradición para la rehabilitación, conservación y restauración arquitectónica sostenible, por un importe de 1.023.786 euros. Las actuaciones, que se van a llevar a cabo en la torre de la iglesia, cuyo uso se cedió al Arzobispado de Burgos, como la ermita, consistirán en la reordenación de la escalera interior. Además, se adecuará una estancia para la maquinaria del reloj y se creará un acceso directo a nivel de bajo cubierta de la iglesia.
También está previsto que la obra se extienda hacia una de las partes que se desprendió en el patio de Romeros a principios de año. El Ayuntamiento de Burgos concedió todos los permisos el mes pasado y la obra, más allá de la del muro de la ermita podrá empezar cuanto antes.
La Mesa de Contratación propuso como adjudicatario del segundo lote, restauración de edificio de viviendas del Real Patronato del Hospital del Rey en la plaza del Sobrado a la empresa Construcciones Ortega el pasado mes de marzo al ser la única mercantil que concurría a esta oferta de Patrimonio Nacional. El órgano de contratación requirió a la empresa que presentara la documentación justificativa y la constitución de la garantía definitiva que fuera procedente.
Pero transcurrido el plazo otorgado, el licitador no ha aportado la documentación requerida, con lo cual la mesa declaró la retirada de la oferta del lote 2 debido a la falta de presentación, en el plazo establecido, de la documentación acreditativa de los requisitos previos y se le impone una penalización de 33.582 euros.
Las peñas de Burgos tampoco podrán usar el recinto de El Parral este año. Aunque las obras avanzan a buen ritmo, junio es un mes prematuro para que el público pueda pasear por el parque.
Se puede comprobar la limpia de ramajes y la tala de algunos ejemplares que se encontraban en mal estado o enfermos. Y también que el cambio estético del interior ni mucho menos espectacular.
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