La futura plaza de Capiscol, pendiente de la cesión gratuita del Arzobispado
La idea es segregar una parte del entorno para «salones parroquiales» que sirvan al barrio; es la única condición que pide la Iglesia a cambio del suelo
La plaza de Capiscol será una de las obras que el Ayuntamiento de Burgos acometerá en un futuro, como compromiso de la Junta de Distrito Este. Este espacio público es propiedad del Arzobispado de Burgos con quien el Ayuntamiento deberá negociar para su cesión.
La portavoz del equipo de Gobierno, Andrea Ballesteros ha asegurado que las conversaciones con la Iglesia de Burgos «están en marcha» para una cesión «gratuita» del espacio. En este sentido, la parroquia de El Salvador, de quien depende esta plaza ahora mismo, quiere reservarse un espacio «para los salones» de uso comunitario.
Ballesteros ha precisado que las conversaciones siguen abiertas y están «acercando cada vez más esas posiciones» para cerrar la cesión directamente «sin compensaciones de ningún tipo». La edil ha asegurado que es la propia alcaldesa, Cristina Ayala, quien «ha liderado esas conversaciones con el Arzobispado para que esta plaza pueda ser una realidad» para disfrute de la vecindad del barrio.
Noticias relacionadas
-kkBH--366x256@Burgosconecta.jpeg)
Y es que en un principio se pensó en una permuta de terrenos, pero desde hace semanas «se valora» la situación jurídica y «como puede desarrollarse este emplazamiento». Desde Urbanismo se está «estudiando» el encaje en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) la cesión de una parte de los terrenos para los salones parroquiales «y en las determinaciones necesarias».
Promesa de Ayala
Esta cesión es una de las promesas que la alcaldesa Cristina Ayala le realizó al Consejo de Barrio de Capiscol en la última visita realizada por este ente al Ayuntamiento de Burgos. Ayala se comprometió a ella e inició las conversaciones con el Arzobispado para dotar de un «espacio común para todos los habitantes de la zona».
La futura plaza es área amplia en cuya esquina noreste se encuentra la parroquia de El Salvador y al sur las antiguas escuelas, que hoy son un centro de mayores. El patio ha tenido varias instalaciones deportivas y ha servido de lugar de actividades parroquiales y del antiguo colegio. La plaza está vallada para evitar la entrada de vehículos y para preservar la seguridad de los niños que juegan en este lugar.
