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Lo hicieron en el verano de 2019 y lo están haciendo en el de este año. La Editorial Siloé ha vuelto a cerrar los museos del Libro y del Cid, ubicados en el corazón de la capital burgalesa, por el «hartazgo con el Ayuntamiento de Burgos». «No podemos entender que una ciudad como Burgos no haya apoyado un Museo del Cid. Políticamente es incomprensible y sus decisiones son infumables. Está listo para desarrollarlo, hacerlo crecer... llega un momento en el que prefiero reservar mis opiniones sobre la coyuntura políticocultural de la ciudad», reitera Juan José García Gil, uno de los responsables del sello burgalés.
De momento, el espacio destinado al Libro ya ha encontrado acomodo en el Archivo del Adelantamiento de Castilla de Covarrubias, mientras que el del Cid, al que se le buscaba un hueco en la misma localidad, sigue sin un destino concreto. «No sabemos si lo trasladaremos, si lo vamos a donar a alguna localidad... En definitiva, no sabemos qué vamos a hacer con él porque no cabe en Covarrubias», continúa García Gil, que no entiende que el Ayuntamiento de Burgos no haya apostado en ningún momento por ese espacio.
«El desprecio que hemos sentido desde que montamos el Museo del Cid por el Ayuntamiento de Burgos ha sido absoluto. Decidieron no crear el museo, pero tampoco hicieron ninguna mención a que existía el nuestro», añade.
Por su parte, el traslado del espacio dedicado al Libro será «inminente». «Ha sido una coincidencia el cambio en la época de la covid, pero será el propio Ayuntamiento de Covarrubias quien comuniqué el día de la inauguración. Me consta que hay mucha ilusión por parte del Ayuntamiento y por nosotros», describen desde la Editorial Siloé, cuyas oficinas permanecerán cerradas esta última quincena de agosto por vacaciones.
A pesar de las «trabas» que la editorial burgalesa ha encontrado en las instituciones, Siloé no abandonará la ciudad del Arlanzón. «Seguiremos apoyando la cultura de aquí. Nos sentimos defraudados, pero nunca arrojaremos la toalla», prosigue García Gil, que tira de ironía para analizar varias situaciones con las que convive en la capital burgalesa.
«Somos muy felices cuando vemos en el interior de la catedral, como competidores nuestros de fuera de Castilla y León, venden sus libros. Todo ello financiado con nuestros impuestos. Somos muy felices en Siloé al presenciar esos hechos», ironizan desde el sello Siloé, que en los últimos meses ha sido galardonado con el Primer Premio Nacional del Ministerio de Cultura en Facsímiles (ya son 18), además de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, regalara el 'Libro de Horas del Obispo Fonseca' al Papa Francisco.
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