La emblemática tienda del centro de Burgos que cierra sus puertas: «Nunca pensé que duraría tanto»
El Carrusel de Lourdes Ortiz ha bajado la persiana definitivamente después de 34 años
Después de estar vistiendo y adornando las cosas de muchos burgaleses y personas, el Carrusel Lourdes L. Ortiz bajará definitivamente la persiana el próximo día 30 de noviembre. Después de casi 34 años de trabajo, su propietaria, Lourdes, decide echar el cierre para encarar una nueva etapa de su vida enfocada en su familia.
Cuando anunció hace unos meses que liquidaba su tienda, situada en el pleno centro de Burgos, por jubilación, prácticamente toda la exposición de la que disponía se desvaneció al poco tiempo. Este aclamo por sus productos, como ella justifica, es por la relación que genera con los clientes al ser una tienda que vende exclusivamente de forma personal, sin nada online.
A pesar de la pena que siente por cerrar el negocio, considera que el momento es idóneo para hacerlo. Con 63 años, como ella afirma, decide jubilarse porque necesita apartar la presión de los pedidos que hacía «con todo su alma».
Una tienda «agujero negro»
Uno de sus clientes, cuándo se entero de la jubilación de Lourdes, la dijo: «Pero cómo te vas a ir, si eres como el Paseo del Espolón». Según su relato, algunos le decían que su tienda era como un agujero negro; sabías cuando entrabas, pero no cuándo salías. Tal y como le han transmitido sus compradores y como ella misma comparte, el trato y los momentos vividos es lo que hacía de este local algo especial.
«Vender algo que los clientes no ven es algo de plena confianza y que me ha animado a seguir»
Lourdes López Ortiz
Propietaria del negocio
«Me decían: ''¿Qué me haces?'' Para mi, el tener esa confianza en mi producto como para vender algo que no ven me ha animado a seguir», afirma orgullosa Lourdes. Se va contenta, siendo consciente de que vistió a personas que acudieron a su tienda en su inicio y que la misma gente ha traído a sus nietos en su final.
Unos inicios marcados por la ilusión
En el momento en el que abrió la tienda, en 1992, ella no era consciente de la situación que arrastraba el país. «Era una cría: no estaba pendiente de esas cosas, solo estaba llena de ilusión», confiesa Lourdes. Por aquel entonces, se produjo un cambio en los hábitos de consumo que la llevó a recondiconar su manera de vender, pero no la importó en demasía.
Su deseó estaba en atender al público, además de que, según su testimonio, le apasiona el mundo de los niños. Primero comenzó vendiendo ropa de marca, aunque al tiempo pasó a fabricar ella misma las vestimentas que vendía. Este paso permitió que su negocio ganara renombre. «Nunca pensé que duraría tanto», confiesa Lourdes.
2008 y 2020: supervivencia a otras crisis
Su tienda, como dice, ha tenido días buenos y días malos. «Como en todos los negocios», afirma la propietaria. Por ejemplo, la crisis económica en la que se vió sumergido el país en 2008, en su caso, se notó, tal y como confiesa. Cuando llegó la del año 2020, se reinventó. Aprovechó el momento de la covid-19 para producir mascarillas, de modo que pudo seguir adelante con el negocio.
Otra situación a la que ha tenido que enfrentarse es a las reformas de esta calle de Burgos. «Había veces que, cuando el Ayuntamiento hacía cambios en la acera, mis clientes tenían que pasar por una pasarela de madera», afirma. Aunque se siente completamente agradecia hacia aquellos que acudieron durante los tiempos difíciles.
Más tiempo para su familia y para la pintura
«Quiero estar pendiente de mi». Ese es uno de los motivos principales por los que Lourdes ha querido echar el cierre definitivo a su negocio. También quiere aprovechar para pasar más tiempo con su familia, en especial con sus nietos. Ahora, confiesa, también se ha visto atraída por el mundo de la pintura.
En líneas generales, su plan es disfrutar todo lo que pueda, yendo día a día «con lo que me vaya mandando la vida», afirma. Por el momento, ni siquiera ha puesto en alquiler el local que aún la pertenece, aunquelo hará más adelante. Lo que sí que quiere es cerrar por completo esta etapa de su vida. «Han habido propuestas de continuar con mi nombre, pero nunca ha sido una posibilidad», afirma.