Imagen del Ayuntamiento de Burgos a última hora de la mañana del lunes, en mitad del apagón nacional echando mano de su sistema de respaldo. GIT

Los sistemas de emergencia salvaron los servicios críticos de Burgos durante el apagón

La presencia de sistemas de respaldo energético automáticos y de pequeños grupos electrógenos permitió mantener la actividad en buena parte de los servicios públicos esenciales

Jueves, 1 de mayo 2025, 09:00

Minutos después de las 12:30 horas del pasado lunes, Burgos sufrió un fundido a negro. Un apagón masivo sumió a España, Portugal, Andorra y una pequeña parte de Francia en la más absoluta oscuridad. ¿Absoluta? En realidad no. Y es que, a pesar de que la red eléctrica se vino abajo en cuestión de segundos por cuestiones que todavía no han sido aclaradas, buena parte de las infraestructuras y servicios públicos esenciales siguieron funcionando.

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Y lo hicieron no sólo por el desempñeo de los profesionales, que también, sino gracias a la presencia de sistemas de respaldo con capacidad para asumir las necesidades energéticas en situaciones como la vivida el lunes.

Así, apenas unos segundos después de que el suministro se viniera abajo, los generadores de emergencia tomaron el relevo, en muchos casos de manera automática, garantizando el funcionamiento de los servicios e infraestructuras más críticas de la capital provincial.

Quizá, el ejemplo más paradigmático fue el Hospital Universitario de Burgos (HUBU), lugar al que se dirigieron muchas miradas en los primeros instantes. Allí, a los 40 segundos de producirse el corte, el complejo ya estaba energizado y de inmediato se activó el protocolo establecido para este tipo de circunstancias. Un protocolo que, evidentemente, paraliza la actividad no esencial, pero que permitió que el apagón se solventara con suficiencia.

Servicios fundamentales

A partir de ahí, todos y cada uno de los sistemas de contingencia repartidos en infraestructuras críticas de la ciudad se activaron de inmediato. Y no son pocos. Así, y a pesar de las limitaciones derivadas de las telecomunicaciones, la Subdelegación del Gobierno, el centro penitenciario, el CREER, la Policía Nacional o la Guardia Civil pudieron seguir funcionando durante el apagón, que en la capital provincial se prolongó durante algo más de cuatro horas y media.

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Mención aparte se merece la red de abastecimiento de agua, que siguió funcionando gracias a los sistemas de emergencia. Y ojo, que esto es fundamental y para mucha gente pasó desapercibido.

En este caso, tanto la depuradora como la potabilizadora de Aguas de Burgos cuentan con sistemas de respaldo propios y pudieron seguir operando con cierta normalidad durante el apagón, garantizando el funcionamiento de los bombeos y, por ende, asegurando suministro de agua potable en la ciudad y el Alfoz de la capital. La caída de la red de suministro de agua hubiera complicado las cosas mucho, sin duda.

Previsión

Y es que, equipar y mantener sistemas electrógenos en infraestructuras críticas se demostró fundamental el pasado lunes. En el caso del Ayuntamiento de Burgos, son siete los sistemas de este tipo repartidos por las diferentes instalaciones de su titularidad. Instalaciones que, dentro de la anormalidad, siguieron funcionando con normalidad durante el apagón.

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Se trata de la Policía Local y el parque de Bomberos, que a pesar de compartir edificio cuentan cada uno de ellos con un sistema de respaldo propio, la Casa Consistorial, el centro cívico y la piscina de San Agustín, los complejos deportivos de San Amaro y Capiscol, el Fórum Evolución y el Coliseum. En todos los casos, los sistemas funcionaron tal y como está previsto en los protocolos de emergencia.

Más problemas tuvieron para mantener la actividad en otros servicios públicos dependientes del Ayuntamiento, como la agrupación de voluntarios de Protección Civil, cuya sede no cuenta con un sistema de respaldo capaz de mantener el suministro total. En su caso, echaron mano de los pequeños grupos electrógenos móviles con los que cuentan para su actividad diaria.

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Un pequeño generador electrógeno dando servicio a un comercio en la calle Santander. GD

Esa fue la alternativa a la que tuvieron que acudir otros servicios públicos, algunos comercios e incluso ciudadanos particulares. Una alternativa que, evidentemente, no es la más idónea, habida cuenta de su limitada capacidad, pero que permite cubrir las necesidades básicas en caso de emergencia.

Sea como fuere, la redacción y aplicación de planes de contingencia y la inversión en sistemas electrógenos se demostró clave durante un apagón histórico con el que los servicios esenciales de Burgos pudieron lidiar relativamente bien dentro de la complejidad del momento.

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