El Burgos CF y el templo maldito de Ipurúa

El campo de Ipurúa se ha convertido para el Burgos CF es una especie de campo maldito en el que los blanquinegros solo han conseguido ganar una vez en Liga. Hasta el momento, los burgaleses han caído en seis de las siete veces que han visitado al campo de la SD Eibar, la última este pasado fin de semana.

No es el Eibar, en general, un equipo que se le dé bien a los de la ciudad del Arlanzón, que cuentan por derrota la mayoría de los enfrentamientos entre blanquinegros y armeros. El primero de estos enfrentamientos (del Burgos CF actual) se dio en 2001, en la jornada 8 de Liga, cuando se ambos equipos se encontraron en Segunda División. En este primer choque los armeros se impusieron 1-0 en Ipurúa. En la vuelta, ya en El Plantío castellanos y vascos empataron a 0 en el único empate cosechado entre ambos equipos.

Blanquinegros y azulgranas no volvieron a coincidir hasta la temporada 2006-2007, en Segunda División B. En este curso el Burgos CF ganó en la jornada tres en El Plantío por 3-1, pero en la vuelta volvieron a caer en Ipurúa por 1-0.

En la 2011-2012, también en Segunda B, los burgaleses cayeron en los dos enfrentamientos contra los eibarreses. Como visitantes, los blanquinegros encajaron un 2-1, mientras que como locales el resultado a orillas del Arlanzón fue 0-1.

Desde el año 2021 vascos y burgaleses han sido fieles a su cita, todas las temporadas en Segunda División. En la 2021-2022, los vascos ganaron 0-1 y 2-0, respectivamente. Al año siguiente, los dos encuentros cayeron del lado de los armeros por 1-2 y 1-0. En el curso 2023-2024 los burgaleses se hicieron con el triunfo en los dos partido, y lograron así hacer que el templo maldito de Ipurúa lo fuese un poco menos. En El Plantío se impusieron 1-0, resultado que repitieron en la visita al equipo eibarrés.

En la actual campaña, los de Luis Miguel Ramis lograron sumar tres puntos en el encuentro como locales (1-0), sin embargo, volvieron a dejar claro que Ipurúa no es un campo que se les dé bien. En un choque gris, en el que los visitantes no tuvieron mordida ni opciones reales de marcar gol, los burgaleses volvieron a caer 1-0 en un campo que se les resiste.

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