La progresión de David González en el Burgos CF: un valor al alza
El crecimiento del burgalés en poco más de un año ha sido enorme y hoy es una pieza clave para Ramis. Ya hubo clubes que preguntaron por su situación este verano, pero sigue en el equipo en el que jugó de niño
El Burgos CF explotó de gozo en el minuto 90 en el mítico El Molinón -Enrique Castro 'Quini'. Y con el equipo, un tándem con sangre burgalesa: David González y Mario González, canteranos emigrados y retornados ambos y protagonistas junto a Mateo Mejía del tercer gol del Burgos CF ante el Sporting.
Ese tercer gol nació de David, que condujo desde su propio campo en tareas defensivas; entregó el cuero a Mario, que, en un ejercicio de fe en sí mismo, fue capaz de llegar al área y deshacerse de cuatro rivales, entregar a David quien, con caño influido, pasó la pelota a un desmarcado y veloz Mejía para batir al portero del Sporting.
Por lo que se le ve en el terreno de juego, David es un chico humilde, que sin duda es lo mejor que se puede decir de un futbolista; cercano con la gente y enamorado de su equipo. De esos que sienten el escudo por haberlo tenido en el pecho desde niño. Y es un profesional con una proyección enorme. Es inteligente, generoso y sabe jugar en equipo. Eso, unido a la calidad que tiene, le convierte en un referente.
David González ha crecido en esta temporada y pico en todos los aspectos. Se ha convertido en una pieza fundamental en el esquema de Luis Miguel Ramis y gracias a su calidad y entrega en el campo, el Burgos CF ha crecido con él.
El partido en Ferrol
Quizá, el punto de inflexión del crecimiento de David tuvo lugar en marzo de este año con motivo del partido aplazado contra el Racing de Ferrol en el que el Burgos ganó 0-1 con gol de penalti de David. Un partido que fue el comienzo de la resurrección de un Burgos al borde del descenso en esa jornada.
Al filo del descanso, el árbitro de ese partido, Dámaso Arcediano Monescillo, pitó un penalti a favor del Burgos por una mano del defensa Castro tras un remate de Espiau. La pena máxima la tiró Ojeda, y el portero del Racing, Yoel, lo detuvo. Sin embargo, el colegiado lo ordenó repetir porque tres jugadores ferrolanos entraron en el área antes del disparo del canario.
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El fallo del penalti había hecho estallar de nervios al cuadro blanquinegro. El único calmado era David. Tomó la pelota y la colocó en el punto de los once metros. Respiró, miró al portero y convirtió el penalti que a la postre sacó al equipo de la quema del descenso en la que se había metido iniciada la segunda vuelta.
Los grandes descubrimientos llegan por la casualidad de la vida. Y aunque David no es fruto de la casualidad, el hecho de que en ese partido contra el Racing de Ferrol sustituyera a Elady, que se había lesionado en la primera parte, es la serendipia perfecta para que el burgalés explotara. Desde ese encuentro, David transformó su papel en el equipo. Ganó en confianza y Ramis también con él. Hoy es una pieza fundamental en el once burgalés.
Los números
Las estadísticas son frías, pero en el caso de David dicen mucho. Hasta ahora ha jugado 390 minutos en los cinco partidos de esta temporada, lo que supone una media de 78 minutos por partido. Ha conseguido un gol y ha realizado cinco remates a puerta. Ha recibido diez faltas y solo ha cometido cinco. En ataque, que es su vertiente más destacada, ha realizado 91 pases, de los que acertados han sido el 75,8%; a ello se suma una asistencia de gol, la realizada este domingo para el tanto de Mateo Mejía.
Son cifras frías que sacan a la luz una enorme personalidad. David es ya un referente, como lo es Mario o como lo es Saúl del Cerro -precisamente debutaba este pasado domingo en Gijón- que están llamados a ser iconos en la cantera local. Son jóvenes burgaleses que sirven de ejemplo a los más pequeños, a los que vienen por detrás apretando fuerte en las categorías inferiores y que han encontrado por fin un espejo en el que mirarse.
El fútbol profesional ha perdido la calidez humana que permitía antaño que un informador tuviera trato con el futbolista. Eso hace que, en el fondo, se pierda el conocimiento de la persona y las dos partes -informadores y futbolistas- no se lleguen a conocer más allá de dos ruedas de prensa al año. Es el pago que debemos hacer por tener deporte profesional. Una pena. En ese tú a tú, seguro que David es una gran persona… se le ve en su forma de pensar, sentir y actuar.