Un bravo Mirándés se despide de Primera en la prórroga

El sueño de una noche de verano del heroico Mirandés se evaporó en la prórroga. Panichelli había alimentado el deseo de gloria con el 0-1 y durante muchos minutos el conjunto jabato acarició el histórico ascenso a Primera División. Un penalti transformado por Santi Cazorla y el tanto de Ilyas, con pasado en el equipo rojillo, mandaron el partido al tiempo extra, en el que Portillo dictó sentencia y devolvió al Real Oviedo a la máxima categoría 24 años después.

Veljko Paunovic esta vez no apostó por la defensa de tres centrales para emparejar esquemas y prescindió, con respecto al partido de ida, de Luengo y Paraschiv y dio entrada en el once inicial a Santi Cazorla y Fede Viñas. Alessio Lisci, por su parte, repitió el mismo equipo titular que en el partido de ida en Anduva.

Una acción de estrategia generó la primera aproximación peligrosa. Gorrotxategi colgó el balón desde la derecha tras recibirlo y Aarón, en el segundo poste, se hizo con la pelota ante la presencia amenazadora de Tomeo.

Superado el cuarto de hora sí atinó el Mirandés en una perfecta acción asociativa iniciada en la derecha y que acabó en las botas de Iker Benito en el costado izquierdo. Su envío desde el interior del área al segundo palo lo cabeceó cruzado Panichelli para establecer el 0-1 y enmudecer el Nuevo Carlos Tartiere.

El conjunto carbayón, al igual que su afición, acusó el mazazo, mientras que el gol reforzó anímicamente a la escuadra jabata, que tapó todas las vías de acceso a la meta de Raúl en los diez minutos siguientes. Sin embargo, el cuadro azulón generó su primera oportunidad a los 27 minutos en una pared entre Fede Viñas y Colombatto, que no pudo conectar un buen remate. Replicó el elenco de Lisci con otra larga acción asociativa en la que Iker Benito puso un balón corrido al área que la zaga local mandó a córner.

Y en otro saque de esquina, esta vez en el área del Mirandés, el Real Oviedo se encontró con un penalti por una mano de Reina tras un cabezazo de Costas. Raúl, héroe en Anduva al detener la pena máxima de Colombatto, no pudo esta vez salvar a su equipo y Santi Cazorla, con un disparo centrado desde el punto fatídico, estableció el empate. Corría el minuto 39 y un par de minutos después un libre directo lanzado por Izeta desde las proximidades del área lo desvió Aarón con una gran intervención. También se lució el meta local para repeler un disparo raso de Panichelli ya en el tiempo adicional del primer acto.

La segunda mitad empezó con malas noticias para el conjunto jabato, propiciadas por dos exjugadores del conjunto rojillo. Hassan condujo el cuero desde la derecha y soltó un disparo desde la frontal del área que propició un centro de Rahim al que puso rúbrica Ilyas con un remate por abajo que supuso el 2-1 e igualó la eliminatoria.

La reacción del cuadro rojillo llegó en un testarazo nítido de Izeta, después de un cabezazo previo de Tomeo a saque de una falta, que salió por encima del travesaño. Izeta volvió a disponer de otra opción de remate como colofón a una buena jugada a la que dio continuidad Rincón por la derecha, aunque su golpeo lo desbarató Costas.

Paunovic realizó tres cambios, prescindiendo de Santi Cazorla y Hassan y dando entrada a Alemao, mientras Lisci, que perdió a uno de sus suplentes, Postigo, por protestar, optó por no hacer cambios hasta la prórroga.

La eliminatoria estaba en un cara o cruz y cualquiera de los dos se la pudo llevar antes del minuto 90. Aarón sacó sobre la línea un testarazo de Panichelli a centro de Iker Benito y Alemao mandó alto un tiro franco después de superar a Eguiluz.

Joel Roca, que se ubicó en el costado derecho, reemplazó al amonestado Lachuer de cara al tiempo extra, mientras que Butzke relevó a Izeta al poco de comenzar la prórroga. Aunque el Mirandés había merodeado el área de Aarón en los primeros minutos de suplemento, la primera ocasión clara fue del Real Oviedo: Raúl privó a Alemao del 3-1. Pero la sentencia del conjunto carbayón llegó en el minuto 103 en un remate de Portillo a la media vuelta.

Con la necesidad de marcar dos goles para voltear la situación, Lisci realizó un triple cambio en medio de la fiesta de la afición azulona. El golpe del tanto de Portillo resultó letal y dejó sin capacidad de reacción a un Mirandés exhausto. Una tángana final, saldada con las expulsiones de Costas y Egiluz, afeó el desenlace de una eliminatoria trepidante.

• Temas
• CD Mirandés
• Cazorla
• Miranda de Ebro