48,6 millones para desatascar la AP-1 entre Burgos y Pancorbo con dos nuevas salidas
El proyecto aprobado por el Ministerio de Transportes pretende corregir el aislamiento de la autopista, que tiene tramos de casi 30 kilómetros sin salidas ni enlaces
Casi siete años después de la liberación de la AP-1, el Ministerio de Transportes ha dado un paso definitivo para mejorar la integración de esta carretera con el territorio. Se acaba de aprobar definitivamente el proyecto de trazado de los nuevos enlaces de Monasterio de Rodilla y Zuñeda, que conectarán la autopista con la carretera N-1. El presupuesto estimado de las obras ascenderá a 46,8 millones de euros.
El objetivo de estas obras es poner fin a los largos tramos sin salida de la AP-1. Entre Rubena y Briviesca hay hasta 29 kilómetros sin salidas, sin posibilidad de rectificación en caso de equivocación o sin opciones de desviar el tráfico en caso de accidentes. Igualmente, entre Briviesca y Pancorbo hay hasta 21 kilómetros sin salidas.
De esta forma se busca hacer más permeable la vía, facilitar el acceso a la autopista, no solo para los vehículos de largo recorrido que copan el tráfico entre Burgos y el País Vasco, sino también para los vecinos del entorno.
Desde 2018, la AP-1 ha absorbido más de dos tercios del tráfico que antes soportaba la N-1, que ha quedado relegada a un papel secundario de distribución local.
Dos nuevos enlaces, dos soluciones distintas
El enlace de Monasterio de Rodilla se construirá a la altura del kilómetro 21,3 de la AP-1, con un diseño de tipo diamante con glorietas a ambos lados de la autopista y un paso superior. Desde ahí, un vial de 480 metros conectará con la N-1 en el kilómetro 263, entre el núcleo urbano y el camping Pico del Condado, mediante una intersección en T.

Más complejo es el caso del enlace de Zuñeda, en el kilómetro 47,8 de la autopista. Aquí se utilizará un vial ya existente, la carretera BU-V-7206, que pasa por debajo de la AP-1. La configuración será asimétrica para evitar grandes desmontes en la ladera de un cerro próximo. Por ello, el ramal de entrada en sentido Burgos se construirá en forma de lazo.
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La conexión con la N-1 requerirá un vial de 2,4 kilómetros hasta la glorieta sur del actual enlace en Calzada de Bureba. Además, se plantea una variante para rodear Zuñeda por el oeste, con una intersección en T y un paso elevado sobre el Camino de Santiago.
Siguiente fase: redacción del proyecto de construcción
Con el expediente ya aprobado, el Ministerio avanza ahora hacia la redacción del proyecto de construcción, paso previo a la licitación de las obras.
La intención es subsanar las dificultades que presenta actualmente la AP-1 para garantizar la seguridad vial, la gestión del tráfico en condiciones invernales o la atención de emergencias. Además, la mejora de accesos facilitará también la movilidad comarcal y el acceso a servicios para los municipios cercanos.
El trazado de la AP-1, que discurre en paralelo a la N-1, se diseñó en su día como una autopista de peaje para tráfico de largo recorrido. Su liberalización en 2018 convirtió esta vía en la columna vertebral del tráfico norte-sur en la provincia, pero también obligó a cerrar a muchos negocios ubicados al pie de la nacional que vivían de un tráfico que se pasó a la autopista que, además, no es permeable y no tiene salidas.
Con estos dos enlaces, el Gobierno busca ahora corregir ese desequilibrio y coser el territorio a una infraestructura que, tras años de espera, será más permeable y útil para quienes viven junto a ella.
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