Burgos gana medio millar de habitantes en el primer trimestre del año
La incorporación de extranjeros permite que la población de la provincia ascienda hasta los 358.041 habitantes, 2.238 más que justo un año antes
Pequeño freno a la despoblación, aunque con matices. La provincia de Burgos ganó durante el primer trimestre de este año 556 habitantes, de acuerdo a los datos de la Estadística Contínua de Población publicada este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que certifican que la curva poblacional ha cambiado de sentido en los últimos trimestres, aunque aún de manera tímida.
Así, la provincia de Burgos contaba a 1 de abril de este año con una población de 358.041 habitantes, lo que supone 2.283 más que hace justo un año (un 0,6 % más) y 2.958 más (un 0,8 %) que en julio de 2021, cuando la estadística alcanzó el mínimo de las últimas dos décadas.
Se trata, sin duda, de una buena noticia, pero que ha de ser analizada con cierta cautela. Y es que, a pesar del tímido incremento, las cifras de población aún están muy lejos del máximo histórico registrado en 2009, cuando se contabilizaron 374.808 habitantes en Burgos. Desde entones, la población ha ido encadenando descenso tras descenso hasta acumular una caída del 4,47 % a pesar del tímido repunte de los últimos trimestres.
Además, este incremento de población es consecuencia directa de la llegada de extranjeros. De hecho, la población nacional continúa descendiendo progresivamente. Cada vez nacen menos niños y son muchos los que hacen las maletas y abandonan Burgos con destino a otras provincias o el extranjero.
Así, de acuerdo a las cifras del INE, en Burgos residían el 1 de abril un total de 34.592 personas de origen extranjero, 4.073 más que un año antes, lo que supone un más que significativo incremento del 13,3 % en un solo ejercicio. Mientras tanto, la población de origen nacional caía hasta los 323.449 habitantes, 1.790 menos que un año antes.
De esta forma, el peso de la población inmigrante en el cómputo global se mantiene al alza en los últimos trimestres, ya supone el 9,66 % del total y se acerca al máximo histórico registrado en 2012, cuando se contabilizaron casi 35.000 extranjeros en la provincia.
A partir de ese ejercicio, y como consecuencia directa de la crisis financiera e inmobiliaria, la población inmigrante inició una caída que comenzó a revertirse a partir de 2019 y que desde entonces se mantiene en crecimiento.