Maxam plantea un ERE que podría afectar a varios trabajadores de la planta del Páramo de Masa
Se desconocen los detalles concretos, pero los sindicatos auguran alrededor de un centenar de despidos | La empresa también plantea una rebaja salarial
No corren buenos tiempos en el Grupo Maxam. Esa es una realidad que a pocos se les escapa, a tenor de la drástica reducción del volumen de exportaciones de armamento por parte de Expal y a la caída en los pedidos de explosivos de carácter civil registrada en el resto de empresas del grupo. De hecho, a lo largo de los últimos meses ya se han producido salidas en diferentes centros de producción, incluidos los ubicados en el Páramo de Masa. Sin embargo, en ningún momento se había hablado de la posibilidad de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Hasta ahora.
Y es que, esta semana, la empresa ha notificado a los sindicatos su intención de presentar un ERE. Bueno, en realidad, se han puesto sobre la mesa dos expedientes diferentes, uno en Maxam Internacional, que afectaría en su totalidad a los empleados de las oficinas centrales de Madrid, y otro en Maxam Holding, en el que se verían implicados otros trabajadores de la capital y de los centros de Galdácano (Vizcaya) y el Páramo de Masa.
Aunque de momento se desconocen los detalles del planteamiento con el que acudirá la empresa a la mesa de negociación, fuentes sindicales aventuran que el ERE podría afectar a más de un centenar de trabajadores de los diferentes centros de producción. En principio, el del Páramo de Masa sería el menos afectado, a la vista de su estructura interna, si bien, se da por seguro que se planteará «alguna salida» también en la plata burgalesa.
En este sentido, las mismas fuentes indican que el objetivo de la compañía pasa por «ajustar la estructura de la plantilla a la carga de trabajo». Así, el ERE no debería afectar en gran medida al área de producción, cuya plantilla fija ya está muy ajustada y fluctúa en función de las necesidades gracias a los empleados eventuales.
Además, la empresa ha puesto sobre la mesa la posibilidad de ajustar salarios a la baja para superar la situación, una idea que los sindicatos rechazan de plano.
En todo caso, parte de esas dudas se resolverán a partir del 18 de febrero, cuando se ha convocado la primera reunión de la mesa de negociación. Una mesa a la que los sindicatos acudirán con varios planteamientos de base. El primero, explican, pasa por unificar ambas negociaciones en una sola mesa. A partir de ahí, y teniendo en cuenta que no están de acuerdo con el ERE, se intentarán minimizar sus efectos, apostando por recolocaciones y salidas pactadas. Y todo ello sin olvidar el rechazo total al reajuste salarial.