Las monjas cismáticas de Belorado reivindican su derecho a separarse de la Iglesia y quedarse en el convento

Las monjas cismáticas de Belorado han defendido, a través de su abogado, «el derecho a separase de la Iglesia y mantenerse en el convento». Es la razón fundamental que ha esgrimido el letrado para defender la estancia de las exmonjas frente a la demanda de desahucio presentada por el comisario pontificio, monseñor Mario Iceta, en representación de la congregación, propietaria del convento.

El abogado de las cismáticas, Florentino Aláez se ha basado en que «todo depende del derecho de separación» de la Iglesia y de cualquier confesión, «sean personas físicas o jurídicas». En su alegato, Aláez ha concluido que, por diferentes doctrinas, las personas jurídicas «gozan de libertad religiosa» y tienen derecho, en función del derecho de libertad religiosa a separarse de la Iglesia. Y concluye, por lo tanto, en que si las personas jurídicas, el monasterio lo es, pueden separarse, el convento «en su conjunto, también». Las exmonjas cismáticas han llegado al juzgado atacando al arzobispo ante los medios y también a los propios periodistas.

Es más, ha aportado el letrado «el decreto de excomunión de la propia Iglesia reconoce que es todo el convento que se separa». Y más aún, «la abadesa actúa en nombre de la comunidad y tiene poder de representación». Ha insistido en que es algo que reconoce el propio comisario.

Ha reiterado la validez del acuerdo de transformación del monasterio del ámbito canónico a asociación, tal y como realizaron las exreligiosas. Ha subrayado en el juicio que debe tenerse en cuenta en todos los casos la representación procesal de la asociación civil, «ya que ha sido admitido en todos los procedimientos».

A esta circunstancia se une «la ineficacia del nombramiento de Mario Iceta» como representante legal del monasterio porque si el monasterio tiene derecho a convertirse en asociación, «todos sus bienes y derechos pasan a la asociación y por tanto el nombramiento del comisario pontificio «es ineficaz».

Aláez ha asegurado que con la separación quedan desligadas del derecho canónico. Y aunque no se hubiera separado también por asuntos relacionados con la aplicación de un «derecho extranjero». Y por ello es «ineficaz el nombramiento de comisario pontificio». Y con respecto a la nulidad del acuerdo de transformación de entidad religiosa a asociaciones, «no se ha pedido» tal cosa.

Por su parte, el comisionado por el comisario Pontificio, Mario Iceta, Rodrigo Saiz, ha expresado que las religiosas decidieron voluntariamente abandonar la Iglesia Católica y la congregación. Lo que después, el arzobispo de Burgos confirma es el propio abandono de las cismáticas, a través de un decreto de excomunión, el 22 de junio de 2024

Saiz ha confirmado que las exmonjas ejercieron en el derecho de libertad religiosa, con su manifiesto cismático y pierden por ello, la condición de monjas de la comunidad. Y dejan de pertenecer a la persona jurídica del monasterio.

Lo hacen por propia voluntad porque la excomunión ratifica ese derecho de libertad religiosa y pierden la condición de monjas de la comunidad. Pierden la condición el 8 de mayo de 2024. Dejan de pertenecer a persona jurídica monasterio. Isabel cesa de abadesa cuando 8 de mayo decide separarse. El burofax se le comunica después, Isabel pierde los derechos.

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