La lluvia y el frío no impiden la fiesta del ascenso a ACB del San Pablo Burgos

El sonido de la bocina, el balón al aire y la fiesta que hasta hace un rato estaba en la calle, se trasladó al Coliseum. Las peñas Andrés Montes, Bochanos y Sauki, con el bocinazo inicial soltaron sobre la cancha su particular lluvia de confetis. Tanto, que los colegiados del partido tuvieron que parar el inicio para que los operarios limpiaran el terreno de juego. Con los dos primeros puntos de Cremo y el triple de Barrera, la grada estalló de júbilo. Todo para celebrar el reciente ascenso del San Pablo Burgos a la ACB.

Tal y como estaba previsto a las 18.00 horas empezó la música en la Zona Fan que el San Pablo Burgos había preparado en la explanada del Fondo Norte del Estadio de El Plantío. El anuncio de lluvia mermó un tanto la presencia de público en esta zona. Aun así, una hora y media antes del inicio del partido, unas 300 personas estaban en el lugar animados por el DJ y la disco móvil.

Frente a las entradas del estadio se apostaron varios puestos de venta de bebidas y bocadillos para pasar la tarde entre lluvia y lluvia; y para que resguardarse de las inclemencias del tiempo, en el puesto de San Pablo Burgos se vendían chubasqueros azules, como no podía ser de otra manera, para resguardarse.

Y apenas una hora después, la fiesta se trasladó al interior del Coliseum. Poco a poco los más de 9.400 asientos se fueron llenado de público. En la cancha, calentando, a falta de 45 minutos, Estudiantes y San Pablo precalentaban en y ensayaban canastas desde campo contrario.

En mitad del parquet lucían, brillantes, los dos trofeos conquistados por Silbö San Pablo Burgos, la Copa de España y la Copa de Campeón de la Liga de Primera de la Federación Española de Baloncesto.

La afición local, dispuesta a disfrutar de una fiesta que empezó tres horas antes de inicio del partido. La Peña Andrés Montes se lo montó bien. Recibieron a los campeones con unas enormes cartulinas con las caras de los jugadores y el entrenador de Silbö San Pablo.

A falta de veinte minutos para comenzar la lluvia arreció fuerte, lo que aprovecharon los aficionados a entrar al pabellón. En la primera fila del recinto del concierto solo quedaban las fieles fans de Bustamante que tenían garantizada la primera fila.

La salida del San Pablo a la cancha supuso un enorme estruendo. Los campeones de la liga se enfrentaban al histórico Estudiantes de Madrid, esta vez con una escasa 'demencia', pese a que se jugaban quedao los más arriba posible en la tabla.

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