La patronal calcula un impacto millonario por el apagón en Burgos

El cálculo es extremadamente difícil de realizar, y no será hasta dentro de un tiempo cuando se puedan perfilar cifras más o menos realistas, pero en todo caso, el golpe económico del apagón sufrido ayer se antoja millonario en Burgos.

Así lo ha adelantado hoy el presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) de la provincia, Miguel Ángel Benavente, que ha querido hacer balance de lo ocurrido desde un prisma económico y social.

En este sentido, FAE ya ha solicitado a las empresas asociadas un balance de daños particular para analizar el impacto al detalle. Sin embargo, Benavente se ha atrevido a aventurar algunas cifras, tomando como referencia los cálculos estadísticos.

Así, la propia CEOE ha adelantado esta misma mañana que se prevé un impacto económico de aproximadamente 1.600 millones de euros en toda España. Teniendo en cuenta que el peso de la economía burgalesa representa aproximadamente el 0,8% del PIB nacional, ese impacto se traduce en aproximadamente 128 millones de euros en la provincia.

Ese es, sin embargo, un cálculo muy aproximado y falto de análisis en profundidad. No en vano, a la desigual pérdida de producción sufrida por las empresas de la provincia durante el apagón habrá que sumar otras variables, como la reparación o reposición de instalaciones dañadas.

Y es que, el apagón «afectó a todos los sectores». Quizá, el más afectado fue la industria, que se vio completamente paralizada, mientras que otros sectores, como el comercio minorista o la hostelería, sufrieron un impacto algo más limitado, pero muy significativo, en todo caso.

A este respecto, los responsables de FAE prevén una «cascada de reclamaciones» a lo largo de las próximas semanas y meses. De hecho, la patronal ha enviado esta misma mañana otro comunicado a sus asociados informando de los pasos a seguir en caso de necesitar reclamar ante seguros, empresas o administraciones.

Sea como fuere, y a la espera de abordar todas esas cuestiones, lo más importante ahora mismo es que la normalidad ha regresado a la provincia a lo largo de la madrugada. Si bien es cierto que el suministro eléctrico quedó restablecido a media tarde, buena parte de las empresas burgalesas siguieron las recomendaciones y no arrancaron de nuevo a la espera de una estabilización total.

Una estabilización que, de acuerdo a la información que manejan los responsables de FAE, se ha logrado a lo largo de la madrugada. El turno de mañana en la práctica totalidad de las fábricas ha arrancado con cierta normalidad y los servicios están funcionando sin grandes incidencias desde primera hora.

Con todo, y más allá de las consecuencias económicas, Benavente ha querido poner sobre la mesa varios mensajes. El primero es el «agradecimiento por el comportamiento ejemplar de todos los trabajadores» de la provincia y la eficacia de los planes de seguridad de las empresas. Un agradecimiento que ha hecho extensivo a los cuerpos de seguridad y emergencia, que se desdoblaron para atender todas las necesidades.

El segundo gran mensaje que ha querido trasladar Benavente es de crítica. No en vano, el apagón fue «un problema muy grave» que «ha provocado un daño reputacional» al conjunto de país y cuyas causas aún «no se han esclarecido». A este respecto, el presidente de la patronal burgalesa ha lamentado la falta de información por parte del Gobierno y la necesidad de acometer reformas e inversiones en infraestructuras críticas. «El ciudadano cada vez contribuye más y los servicios públicos se están deteriorando», ha señalado al tiempo que enarbolaba una defensa de la energía nuclear, con el posible cierre de Almaraz sobre la mesa.

Y, por último, el presidente de FAE ha hecho hincapié en la ventaja competitiva que durante la jornada de ayer demostraron tener ciudades del perfil de Burgos, donde «no hubo ningún colapso» en la movilidad, como así sucedió en las grandes capitales, en las que se vivió un auténtico caos en el transporte. Esa circunstancia, a su juicio, merece una «reflexión». «Igual no es buena idea concentrar toda la actividad en unas pocas ciudades», ha concluido.

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