La comarca de Burgos que se movilizará para frenar la instalación de cinco plantas de biogás
Vecinos de esta comarca de Burgos se reunirán este viernes en Lerma para informar a la población de los cinco proyectos que se pretenden realizar en la zona
El proyecto de implantación de cinco plantas de biometano en la comarca del Arlanza ha generado un movimiento popular para intentar frenar su llegada. La primera acción que van a llevar a cabo es una asamblea informativa el próximo día 10 de octubre, a las 20:00 horas, en el salón de actos del Ayuntamiento de Lerma. Se trata de «un encuentro informativo» para que la ciudadanía, empresas y comercios puedan «tomar conciencia de la problemática y manifiesten sus inquietudes y dudas», explican desde la plataforma.
En estas asambleas van a intervenir el biólogo medioambiental de Lerma, Juan Carlos Utiel (Uti); Mar Antón, de Fuentelcésped, y Aurora Vilariño, presidenta de la Asociación Amigos de Milagros, ambas coordinadoras de 'Stop Biogás España'. También están invitados otros profesionales a falta de confirmación.
Está pensado el desarrollo de cinco proyectos de plantas de biometanización, cuatro de ellas van en el municipio de Lerma y otra más en Quintanilla de la Mata.
Noticias relacionadas
La Plataforma Ciudadana Stop Biogás Arlanza es una iniciativa «vecinal e independiente» que se está creando a partir de una iniciativa puesta en marcha en Quintanilla de la Mata. Con esta acción pretenden alertar a la ciudadanía de la comarca sobre la «amenaza» que supone esta implantación de producción de biometano.
Desde esta plataforma informan de que la documentación e información recopilada ya la tiene «la corporación municipal de Lerma al completo» y está en fase de análisis para la toma de decisiones. Esta plataforma considera que las «supuestas ventajas» de estas plantas, como energía verde y economía circular, «no compensan los graves impactos sociales, ambientales y económicos que realmente conllevan» para el medio rural.
Aseguran que estas industrias crean escaso empleo con gran impacto logístico, apenas entre cinco y 15 puestos de trabajo por planta. Por el contrario, producen enormes residuos como purines, restos de cadáveres de la industria alimentaria, lodos en las depuradoras y entre 100.000 y 150.000 toneladas anuales por planta.
Aseguran que también se van a producir riesgos ambientales y para la salud. Señalan, por ejemplo, el «digestato residual» que, lejos de ser un simple fertilizante, «contiene nitratos, antibióticos, metales pesados y otros contaminantes que representan un riesgo real de contaminación irreversible».
Apuntan también a crearía un grave perjuicio en la economía local, dado que los olores y la degradación del paisaje dañarían la imagen de la villa ducal como destino turístico y cultural. Todo ello puede afectar de manera negativa al comercio y el turismo rural y provocar una devaluación de la zona, apuntan desde la plataforma vecinal.