El dardo con el que la exabadesa cismática de Belorado ataca al arzobispo de Burgos

En el primer desde que las monjas cismáticas de Belorado rompieran con Roma, la cabecilla de la trama y exabadesa, Laura García de Viedma, ha vuelto a atacar al comisario pontificio, monseñor Mario Iceta y le recuerda su gestión en CajaSur cuando estaba en Córdoba cuando fue sancionado por el Banco de España con una multa de 30.000 euros por su participación en la gestión CajaSur hasta su intervención por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Iceta recurrió la sanción ante el Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, que desestimó su recurso, y ya es un capítulo saldado por el actual arzobispo de Burgos.

La exabadesa ha dicho que «él sabe de dónde viene, sabe la circunstancia que tuvo y entonces ahora se está viendo en una igual». Alude a ese caso cuando Iceta estuvo en Córdoba e identifica la denuncia que las cismáticas le interpusieron por administración desleal con la deuda ya saldada hace ahora doce años. De Viedma dice en una entrevista con su jefe de prensa, Francisco Canals que «va a ir al juzgado por lo mismo que en su día ya se le imputó y yo creo que la astucia le lleva a ocultarse».

Se ha referido a que el «primer ocultamiento fue la comisión gestora» y que puso como parapeto a «cinco personas delante, alrededor, para que él no tenga que firmar nada». Dice del arzobispo y comisario pontificio que más que inteligente es «astuto». Que no le gusta «tener marrones» y que busca cuidar «mucho la imagen, le gusta quedar muy bien». Y que por el contrario «se dedica a machacarnos todo lo que puede».

El halo victimista lo lleva hasta el extremo: «Igual hasta está cogiendo cierta habilidad, porque no salimos cuando termina una cosa y ya está preparando la siguiente; lo tiene todo muy programado; tiene su itinerario, su manera, pero el factor de Dios, el factor de la gracia está con nosotras».

Y todo ello tras la comparecencia en los juzgados de Briviesca la pasada semana por la denuncia que interpusieron las monjas cismáticas de Belorado contra el propio arzobispo de Burgos. Momento en el que el propio Mario Iceta ofreció una rueda de prensa junto a la única monja que abandonó Belorado cuando se prepetró el cisma, que habló en público por primera vez.

En este sentido, Canals ha afirmado que las bretoneras se declaran firmemente sostenidas «por su fe y la Justicia Divina». Como la misma exabadesa ha afirmado, están convencidas «de estar acompañadas por Dios en este proceso».

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