Más de un millar de personas claman en Miranda contra el cierre del Taller de Remolcado
Los trabajadores insisten en que existen alternativas viables y acusan a Renfe de escudarse en una «reconfiguración estratégica» sin justificar
Miranda volvió a demostrar su arraigo ferroviario. Más de un millar de personas salieron a la calle este miércoles, 26 de noviembre, para defender un mensaje inequívoco: el Taller de Remolcado de Renfe no se cierra. Lo que comenzó hace unas semanas como una serie de concentraciones a las puertas de la Estación desembocó ayer en una marcha que atravesó la ciudad rumbo a la Plaza de España.
El repiqueteo de los tambores anunciaba una protesta que, desde el inicio, resonó aquende y allende el Ebro. Las batukadas, los silbatos y las voces de protesta marcaron el ritmo de un reivindicación que, lejos de pasar desapercibida, se abrió paso sin prisa, pero sin pausa por el callejero mirandés. «Renfe atiende, Miranda no se vende», clamaban los manifestantes.
Una cuestión de ciudad
Impulsada desde la asamblea de trabajadores del taller, la convocatoria había generado una expectación creciente durante los últimos días. Desde que a finales de octubre la Gerencia de Área de Ingeniería y Mantenimiento trasladase al Comité Provincial la intención de cerrar el Taller de Remolcado el 1 de enero, multitud de colectivos fueron comprometiéndose con la causa. Y ayer ese compromiso se confirmó en las calles de Miranda.
Entre los asistentes, los trabajadores lucieron prendas del taller para «hacer visible quiénes somos». Y entre los asistentes también se incorporó al recorrido una batukada a fin de «evitar que esto parezca un funeral». Una demostración de resistencia que, ya en la Plaza de España, quedó patente en voz de los trabajadores que leyeron el comunicado de denuncia.
«Ni la plantilla de los talleres, ni el resto de ferroviarios, ni la ciudad de Miranda vamos a tolerar que nadie juegue con nuestro pan», proclamaron. El mensaje incidió en la denuncia que los sindicatos vienen reiterando desde hace semanas: la empresa, afirman, no habría facilitado documentación alguna que justifique el cierre.
«Se escudan en una reconfiguración estratégica», pese a que la decisión tendría efectos inmediatos sobre treinta y seis familias y sobre el conjunto del tejido ferroviario de la ciudad. Es por eso por lo que los trabajadores no dudaron en exigir a Renfe y al Ministerio de Transportes que «den la cara» y cumplan el acuerdo firmado en marzo, que comprometía a la empresa a mejorar la situación de Mercancías.
La lucha por un proyecto viable
De acuerdo con los portavoces, las alternativas planteadas por la plantilla permitirían mantener la actividad de un taller que, «con inversiones asumibles», tiene potencial para seguir siendo productivo y adaptarse a la liberalización del sector. Los trabajadores del Taller del Taller de Remolcado de Renfe lo tienen claro y por eso continuarán en lucha.
La marcha de ayer supuso para muchos el primer golpe serio sobre la mesa en un conflicto que amenaza con escalar si Renfe y el Ministerio no modifican sus planes. La asamblea de trabajadores ya ha dejado claro que, tras esta demostración de fuerza, vendrán nuevas iniciativas y que incluso no descartan abrir un proceso de huelga si la situación no cambia.
Por ahora, Miranda ha hecho lo que se esperaba de ella. Salió a la calle, se hizo ver y se hizo oír. Lo que ocurra a partir de hoy dependerá, en gran medida, de si Renfe y Transportes toman nota del mensaje que resonó ayer: «¡Remolcado no se vende!»