Burgos cierra un verano de cambios bruscos pero algo más caluroso que el de 2024
Los datos recogidos señalan que los meses de junio y septiembre fueron especialmente cálidos en la provincia
El verano ha llegado a su fin de manera oficial. Ya hemos atravesado el equinoccio de otoño, y con ello ha llegado un cambio en las temperaturas que vamos experimentando desde el pasado lunes 22. Echando la mirada atrás, el verano de 2025 ha sido atípico en cuanto a la meteorología se refiere, pero a grandes rasgos, ligeramente más caluroso que el que vivimos en 2024.
Y es que la provincia de Burgos ha atravesado por momentos de mucho calor, sobre todo en la mitad norte, donde se han registrado algunas de las temperaturas máximas de toda la comunidad autónoma. Por otra parte, el mes de julio fue más fresco de lo habitual, llegando a tener una menor temperatura media que junio.
A nivel nacional, la Agencia Estatal de Meteorología apunta que el verano que acabamos de atravesar es uno de los más cálidos de la historia desde que se tienen registros. Para esta institución, la temporada estival recorre los meses de junio, julio y agosto, aunque en esta pieza vienen recogidos los datos hasta el fin de la estación.
En el caso de nuestra provincia, se han registrado fuertes episodios de calor, especialmente a finales de junio y principios de agosto, aunque también se han experimentado temperaturas por debajo de la media. Alguno de estos cambios en el mercurio que se han producido este verano han resultado ser de los más bruscos jamás registrados.
El cambio sustancial con respecto a lo vivido en años anteriores, como se puede apreciar, es la diferencia de temperatura media durante el mes de junio y lo que llevamos de septiembre. Debido al aumento de las máximas en ambos periodos, especialmente en el mes en el que nos encontramos, el cómputo general de la temeratura durante el verano ha aumentado.
Si tenemos en cuenta el verano como lo hace la AEMET, la subida en las temperaturas medias no es tan sustancial en comparación a la media cuando se incluye septiembre. De hecho, los datos señalan que en zonas de la ribera del Duero, siguiendo esta metodología, la temporada estival fue más fría que el año pasado.
En cuanto a efemérides destacables de este periodo, la Agencia Estatal de Meteorología resalta la precipitación registrada en Arauzo de Miel el día 4 de julio, en el que cayeron 69,3 litros por metro cuadrado, siendo un récord para el mes. También destaca el aumento de días en los que se registró una tormenta en la provincia durante los meses de junio y julio, aumentando de 3 a 6 y de 3 a 4, respectivamente.
A pesar de que el verano comenzara con fuertes lluvias y tormentas alrededor de la provincia, la precipitación acumulada durante la temporada estival volvió a situarse por debajo de la mediana histórica. Esto se debe a que durante agosto prácticamente no se registraron lluvias, tan solo algunas de caracter débil a finales del mismo.