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El garbanzo lareño es una de las variedades en peligro de desaparición que se han conseguido recuperar. Agrolara

Las legumbres y hortalizas perdidas de Burgos: así revive una asociación las variedades agrícolas en peligro de extinción

La asociación Agrolara lleva cinco años rescatando semillas olvidadas en las comarcas de Lara y Pinares, logrando recuperar doce variedades tradicionales como el garbanzo lareño o la alubia del río Pedroso

Jueves, 2 de octubre 2025, 06:07

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Hace unos cinco años, la asociación de la provincia de Burgos de Agrolara se propuso la recuperación de variedades agrícolas antiguas, desaparecidas o en riesgo de perderse. Hablamos de variedades locales y comarcales, esos cultivos de siempre que por la muerte de los vecinos más mayores y por pasar a cultivos más productivos, pero menos sostenibles, se han ido perdiendo.

A lo largo de estos cinco años de trabajo, la asociación Agrolara ha recuperado doce variedades agrícolas desaparecidas o en peligro de hacerlo. La que más avanzada va en su recuperación es el garbanzo lareño. Una variedad que, para 2026, esperan producir y comercializar a nivel industrial, según explica Javier Jiménez, integrante de Agrolara y vecino de Campolara, donde se encuentra la sede de la asociación. Aunque su trabajo se extiende por las comarcas burgalesas de Lara y Pinares.

12 variedades recuperadas

A lo largo de los cinco años de trabajo que Agrolara lleva recopilando y recuperando variedades agrícolas en riesgo de desaparición, han conseguido revitalizar doce variedades específicas de estas comarcas de Burgos.

Recuperación de frutales

Además de recuperar estas variedades hortícolas, ahora se encuentran también en fase de recuperación de frutales antiguos. La vida de la semilla es más corta que la de un frutal, pero, igualmente, no quieren perder nada de tiempo en recopilar esos árboles frutales de estas zonas de Burgos que, con la despoblación y la pérdida de los testimonios más mayores, van quedando en el olvido.

Partiendo de un puñado de semillas

Puñado de semillas de una variedad recuperada por la asociación. Agrolara

Partiendo de un puñado de semillas, se ha llegado al punto en el que, en el 2026, el garbanzo lareño podrá ser cultivado y comercializado a nivel industrial. Este 2025 no ha sido posible debido a las malas condiciones meteorológicas. Aunque se cultive en mayores cantidades, la cosecha del 2026 de garbanzo lareño se dejará para reserva. «El objetivo es dejar para sembrar. Ahora se están cultivando unos 50 o 60 kilos al año. En 2026 se plantarán en una finca de 2.500 metros cuadrados con el objetivo de obtener unos 200 kilos de garbanzo lareño», explica Javier.

La asociación Agrolara no comercializará esta variedad, ni ninguna otra de las recuperadas. Lo que hace es crear sinergias con agricultores y productores de la zona. Eso sí, que trabajen en ecológico, respetando los ecosistemas. Será un agricultor en ecológico de la zona de Lara, que tiene más cultivos, el que plante esta variedad que hace unos años estaba a punto de desaparecer.

En contacto siempre con la población, las semillas que recupera Agrolara son puestas a disposición de agricultores en ecológico para que sean ellos las que las exploten.

Cultivos de valor y con retorno social

Lo que busca la asociación es dar valor a un producto que no existía hace unos años o que estaba a punto de desaparecer. Agrolara se ha encargado de buscar semillas e información y conocimientos sobre estos cultivos para sacarlos en mayor cantidad. Javier resalta que se busca recuperar esas variedades agrícolas que han sido sustituidas por otras que se suponen más productivas, pero menos adaptadas a las zonas donde se plantan. Además de aumentar la variedad agrícola.

Agrolara recupera las semillas para ponerlas a disposición de agricultores de la zona que trabajen en ecológico. Agrolara

Así, Agrolara sigue haciendo ensayos agronómicos con variedades olvidadas. Algunas van adelantadas, como el garbanzo lareño, otras más retrasadas, pero ya son doce las recuperadas. En contacto siempre con la población, estas semillas son puestas a disposición de agricultores en ecológico para que sean ellos los que las exploten posteriormente.

El objetivo es también que los restaurantes de la zona ofrezcan platos con estos productos como marca de calidad y de referencia. Algo que, según cuenta Javier, es viable ya que hosteleros de la zona ya se han interesado por ello.

Las alubias esclavas

Otra variedad que han recuperado es la alubia que se daba en la ribera del río Pedroso. Javier explica que es similar a la de Ibeas, pero más fina, más pequeña y muy sabrosa, es también roja. El proceso en este caso de recuperación es similar al del garbanzo, ir aumentando el cultivo hasta que se obtengan cantidades suficientes para comercializar, pero siempre ligado a la tierra, con carácter social.

Garbanzo lareño. Agrolara

«Estos cultivos también juegan un papel en la sociedad porque ofrecen soluciones a problemas medioambientales actuales».

Javier Jiménez

Miembro de Agrolara

Así, Agrolara busca cultivar variedades locales y antiguas menos productivas, pero más adaptadas al territorio. «Es que estos cultivos también juegan un papel en la sociedad porque ofrecen soluciones a problemas medioambientales actuales», explica Javier.

Sobre esta alubia los vecinos de la zona les contaron a los miembros de Agrolara algo que les sorprendió, los mayores de Moncalvillo les dijeron que tiraban las semillas a las linderas y que se olvidaban de ellas hasta que había que recogerlas. «Pensamos que era exagerado, pero hemos hecho un ensayo en una finca fresca de Quintanalara y con las olas de calor que hemos tenido este verano han funcionado muy bien», reconoce Javier.

Otras de las variedades agrícolas que se han conseguido recuperar es la lechuga morada de Revilla del Campo, la alubia negra de Castrovido o la judía pinta de Jaramillo de la Fuente. Con todas estas variedades se siguen haciendo ahora ensayos agronómicos.

Un trabajo de documentación

Durante todos estos años de trabajo, Agrolara ha consultado con vecinos, fuentes históricas, se han hecho prospecciones de campo, se han buscado y recopilado semillas, a la vez que se han preservado y se ha compilado gran cantidad de información agronómica.

Cartel de la jornada que se celebra en Villayerno Morquillas. BC

El trabajo de Agrolara se extiende también a propiciar encuentros que creen sinergias, transmisión de información, que animen a la gente a cultivar estas variedades a dar a conocer lo que sepan de otras que están en peligro de desaparecer. Por eso, el domingo 5 de octubre han organizado en Villayerno Morquillas el I Encuentro provincial de variedades antiguas y locales de Burgos. Un evento promovido por Agrolara y el ayuntamiento de este pueblo que tiene como objetivo poner en valor los cultivos tradicionales y favorecer su recuperación.

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