La magia ardió en Miranda en una cálida noche de San Juan

Fugaz fue, un año más, la noche de San Juan en Miranda, aunque fiel a su esencia, también fue mágica. Este lunes, 23 de junio, la ciudad del Ebro volvió a rendirse a la tradición más pagana del calendario: la que quema los miedos, purifica deseos y celebra la llegada del verano entre llamas. Una noche corta, pero llena de chispa.

Y es que al calor del fuego, se agregó el de una atmósfera estiva que también fue protagonista. Las altas temperaturas que se han sentido estos días en Miranda obligaron a extremar precauciones y reforzar los protocolos de seguridad en los distintos espacios donde el Consistorio local autorizó las hogueras. Y así, un total de once fogatas llevaron la magia del fuego hasta enclaves bien conocidos.

La Barriada de San Juan del Monte volvió a convertirse en epicentro de celebración, con una fogata custodiada por el gato y el caracol de papelillos que, una vez prendidos, atestiguaron el buen ambiente. También El Crucero cautivó con su tradicional cita, envuelta en una animación que comenzó bien entrada la tarde y culminó con las llamas elevándose al cielo pasadas las 23:00 horas.

La creatividad ardió con fuerza también en puntos como El Lago, Matillas o el Poblado Los Ángeles. Al mismo tiempo, en pedanías como Ayuelas, Orón o Suzana, el espíritu más tribal se reunió, como cada año, en torno a las hogueras que cierran un ciclo e invocan nuevos comienzos.

Todo transcurrió con normalidad y sin grandes incidentes gracias a un operativo que incluyó presencia de bomberos, Policía Local y Protección Civil. Aunque no se pudo evitar que en barrios como El Crucero algunos vecinos hayan denunciado desperfectos en los neumáticos de sus vehículos derivados del desprendimiento de vidrios por la calzada.

La excepción al civismo más reseñable volvió a estar en la Parte Vieja. Por segundo año consecutivo, la tradicional hoguera del barrio fue encendida antes de lo previsto. Esta vez, en plena tarde del domingo, 22 de junio, alguien prendió la fogata fuera del horario acordado, obligando a una intervención rápida.

Pablo Gómez, concejal de Seguridad Ciudadana, confirmó a este medio que, aunque la causa no se ha podido determinar con certeza, «todo apunta a que al parecer ha sido provocado». Afortunadamente, el fuego estaba ya controlado para las 18:00 horas del domingo, y pese al contratiempo, la noche se impuso. Los vecinos de la calle San Juan reconstruyeron una hoguera improvisada para, en su fiesta grande, recibir al verano como marca la tradición: quemando las malas vibraciones entre las llamas que honran a San Juan.

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