Abogados de las monjas cismáticas de Belorado arremeten contra el Juzgado e Iceta por querer rescatar a las cinco ancianas
Los letrados tildan de «atroz y cruel» la intención de Iceta con «la incomprensible colaboración» de la jueza de Briviesca, «que parece desconocer» que a personas libres no se las puede trasladar «contra su voluntad»
Después de que la jueza de Briviesca, la Fiscalía y el comisario pontificio, monseñor Mario Iceta, se vieran impedidos para rescatar a las cinco religiosas de más de 80 años que forman actualmente el convento de Belorado y que no fueron excomulgadas, los abogados de las exmonjas cismáticas, Florentino Aláez y Enrique García de Viedma, han calificado de «crueldad» la acción emprendida por monseñor Iceta por querer «llevarse las por la fuerza» y separar a las mayores de las cismáticas.
Aseguran que han «presentado» escritos «presentados en el día de hoy» de «cuatro de las afectadas, ya que la quinta no puede hacerlo» de no querer separase de la comunidad, y confían en que «no se les ocurra intentar de nuevo actuar en contra de esa voluntad. Constituiría un delito de detención ilegal de colosales proporciones».
Los letrados aluden a que se trata de «personas que tienen entre 87 y 100 años» y un estado de salud «delicado», para quienes un traslado a un «escenario desconocido» puede resultar un «verdadero peligro». Una «auténtica atrocidad», dicen que sólo se explica desde «el intento permanente de perjudicar a las monjas a quienes quiere desahuciar, único fin de su comisariado».
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Relatan que Mario Iceta «ha querido hacerles daño donde más les duele» y que no le interesa «su bienestar». Aseguran todo ello sin contar con que «estas monjas han participado como las demás en la decisión de la nueva orientación religiosa de la comunidad y tienen dicho por escrito que el comisario no las representa, por lo que resulta contra natura entregárselas a él. La crueldad va escalando grados hasta hacerse insoportable».
Para Aláez y García de Viedma, esta acción es «inhumana» y para ello, el arzobispo de Burgos contó con «la incomprensible colaboración del Juzgado de Briviesca, que parece desconocer que a personas libres no se las puede trasladar contra su voluntad de un lado a otro salvo procediendo a su detención»
Desde el lado de las cismáticas se insiste en que las hermanas mayores «manifestaron claramente su voluntad de permanecer en ese lugar y con sus hermanas y no ir a ninguna parte. En el comunicado dejan deslizar, eso sí, que las mayores son «personas con discapacidad» por las que las instituciones «deben velar».