Las monjas cismáticas decidirán si se van voluntariamente o resisten si hay desahucio

Las monjas cismáticas de Belorado se van a reunir en comunidad para decidir, en caso de que la jueza decrete el desahucio del convento de La Bretonera, qué hacer. La primera opción es salir de manera voluntaria; la segunda resistir lo más posible. Aunque se mantienen firmes, las expresiones demuestran que entienden que tienen la batalla perdida.

Así, la que fuera abadesa del convento, Laura García de Viedma, preguntada antes de entrar en el acto de juicio por los movimientos detectados en Orduña, explicó que tenían que mirar hacia el futuro. Antes, negó que hubiese movimientos para posibles traslados.

En cualquier caso, sí la jueza decreta su salida del convento de la Santa María la Bretonera, y son desahuciadas, decidirán «en comunidad el paso siguiente que van a dar, si resistir o salir de manera voluntaria». En un solo caso, una exrelogiosa es partidaria de «resistir».

En el acto de juicio, la jueza ha planteado a las partes si podía haber un acuerdo antes de la celebración de la vista. No se ha tenido en cuenta esta opción, pero las religiosas han apuntado al término del juicio que estarían «abiertas al diálogo». En este sentido, han aclarado que diálogo «no significa salir voluntariamente del convento», ya que en todo caso «nunca» se han planteado marcharse.

Las exclarisas han ofrecido una rueda de prensa en Belorado, al término del juicio por desahucio que ha tenido lugar esta mañana de martes Briviesca. Este acto ha tenido lugar en la hospedería del convento, una de las dependencias del cenobio abiertas al público. Sin embargo, ellas han comparecido detrás de la clausura.

Tanto en el juicio, como posteriormente en la comparecencia que han realizado, las exclarisas, se han mostrado implacables contra el comisario pontificio, Mario Iceta. Han acusado al arzobispo de Burgos de haberlas «abandonado»; y no sólo tras la ruptura con la Iglesia, sino en la vida del convento.

Tal y como ha quedado expuesto en el juicio por parte de la defensa de las exreligiosas, estas han reiterado lo que ha expresado en la vista oral su letrado. Han explicado que es la comunidad la que «se ha separado» de la Iglesia, y lo que las ha conducido a crear sendas asociaciones al margen del Derecho Canónico.

Las ocho en religiosas han defendido el trato que ellas mismas están dispensando a las cinco exmonjas mayores, las que, según el Arzobispado forman la verdadera comunidad de Belorado. Las bretoneras han defendido que estas ex religiosas mayores, alguna de las cuales sobrepasa el centenar de años, se encuentran en buen estado de salud y con la cabeza lúcida. Y que son ellas «mismas» las que también abrazan esa fe sedevacantista

Han reconocido que las comunidades de clarisas del resto de España, y en concreto de la Federación de Aránzazu, no las reconocen como clarisas, pero ellas siguen afirmando que son «monjas y clarisas».

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